《 Corazón cansado》

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—¿Entonces están saliendo? ‐—Pregunto la morena con alegría al escuchar la historia de la azabache.

—Yo... no lo sé — murmuro con cierta tristeza — Estoy confundida...

—¿A qué te refieres con "confundida"? Se refleja en tus ojos lo enamorada que estás — sonríe tiernamente.

—Todo es muy confuso, hay días en donde él es tan lindo conmigo, me hace sentir especial, amada, en sus brazos me siento segura ante la calidez que me transmite y con cada beso o mirada provoca que mi corazón se acelere — muetra una sonrisa llena de nostalgia —Estar con él es sentir una explosión de emociones, te sorprende y te toma desprevenida, ya sea para causar felicidad o daño —murmura, limpiando sus lágrimas- Se que soy una tonta por permitir esos tratos y es mi culpa por no haber puesto un alto pero es que... —sollozo, tapando su cara entre sus manos, sintiendo mucho coraje consigo misma-—Soy una tonta —musita entre el llanto.

—Marinette ...—le llama con voz suave, intenta acercarse pero es apartada y ve como la azabache se levanta con enojo.

—¡Soy tan estúpida! Merezco todo lo que me pasa, yo provoque todo esto — suelta un grito de frustración, causando un susto en su compañera, quien rápidamente se levanta y la toma de las manos. —No digas tonterías, no voy a negar que estuvo mal al no poner un alto pero Marinette no tienes porque ser tan mala contigo, no todo es tu culpa y no, no mereces toda esta mierda, tú mereces todo lo mejor del mundo porque eres una mujer maravillosa con un corazón tan lindo y dios Marinette...—se detiene, sintiendo un enorme nudo en la garganta impidiendo que continúe, su corazón se estruja al ver a su amiga tan lastimada, sus ojos lucian apagados, ya no teniendo ese lindo brillo, ahora estaban hinchados y rojos a causa del llanto, por su mejilla rojiza descendían lágrimas tras lágrimas.
Sin poder retenerse se une al llanto, rompiéndose junto con su amiga.

—Mi niña— la abraza, sintiendo como la azabache se esconde en su cuello.

—Lo amo Lila —dijo con tristeza —Me enamoré de él ¿Por qué él no puede sentir lo mismo que yo? —Pregunta anhelando una respuesta — Se que él no me quiere pero a veces me hacia creer que sí, sus mentiras eran tan creíbles —sonríe, comenzando a sentir los espasmos en su cuerpo.

—Marinette, es mejor descansar -sonríe con suavidad — Te prometo que mañana será un gran día —levanta su meñique —Me encargaré de que así sea —musita, esperando alguna respuesta pero solo escucha los pequeños sollozos de la Oji-azul.

Con tristeza, sostiene el delicado cuerpo de su amiga para ir a su habitación y a mitad del camino la azabache se detiene, teniendo la mirada perdida.

—Mari...

— Hoy me hizo sentir nuevamente especial........ volvimos a tener intimidad, no sabes la felicidad que sentí en ese momento de poder tocar nuevamente sus labios, de sentir otra vez sus caricias, me sentí la mujer más feliz, fue algo lindo —suelta una sonrisa amarga —Por desgracia cuando cruzamos la puerta todo volvió hacer como antes, el señor Adrien Agreste y su secretaria, nada más que eso. Mi dolor no es que haya ocurrido eso, sino que sus palabras me llenan de impotencia y una enorme tristeza, conoce mis sentimientos hacía él ¿por qué decirme tal estupidez? No ve el daño que me ocasiona. Él cree que soy una maldita que anda en cama y cama con cualquier hombre que se me ponga enfrente. Piensa que soy como él, que basura —musita.

Lila quien se encontraba escuchando, se arrepentía una y mil vez haberle permitido ir a esa dichosa entrevista de trabajo, así nunca hubiera conocido a ese idiota.

—Eres grandiosa Marinette y hay muchos hombres caballerosos que morirían por estar a tu lado, no debes de seguir pensando en un patán que no vale la pena, eres mucho para él —dice intentando subir el ánimo a su compañera pero no parecía funcionar.

I Love My Secretary Donde viven las historias. Descúbrelo ahora