- ¡Estás loca si crees que te dejare hacerlo! – Ethan grito furioso.
Estábamos en su oficina – la que compartía con Jared – tratando de hablar pero con su estado no era posible.
Caminaba de un lado hacia el otro sin detenerse.
Sabía que se pondría así pero no me imaginaba que a este nivel.
- Puedes calmarte.- le ordene.
El me miro furioso mordiéndose el labio inferior con tanta fuerza que estaba haciéndome pensar que se arrancaría un pedazo.
- Cálmate Ethan.- le repetí con el tono suave.
- Estoy calmado.- dejo su labio y trato de hablar con mi mismo tono.
Espere unos minutos para hablar y para asegurarme de que estaba totalmente calmado.
- Es mi oportunidad de probar con otro papel como Jared sugirió.
- Jared hablaba de probar con otro papel ¡de una obra! ¡No de una misión de la policía!
Otra vez espere unos minutos ya que había vuelto a alterarse.
- Es lo que siempre quise.
Usaría mi inocencia para convencerlo. El solía verme como una pequeña a veces. Era su hermana menor. Lo entendía. Pero me aprovechaba de esto.
- Es peligroso.- el mismo argumento de siempre.
Veía todo peligroso para mí.
- ¿Cómo lo sabes? Nunca lo hiciste y yo tampoco. Si no lo vives no puedes saber si es peligroso.
- No digas idioteces. A simple vista sé que es peligroso. No voy a dejar que te acerques a un mafioso asesino. ¿Quieres que te maten?
- Quiero hacer lo que siempre quise. Si hago las cosas bien no me pasara nada.
- Quieres que te maten.- afirmo negando y mirando hacia cualquier parte menos a mí.
- Quiero probarme que sirvo para algo.- lo imite mirando hacia cualquier parte del suelo menos a él.
- No es necesario arriesgar tu vida para probarte a ti misma que eres buena actuando y que no eres una inútil mediocre.- se giró a verme.
- Si lo es para mí.
- No seas infantil, ____. Por favor.
- Tu eres el que me ve infantil.- lo mire - ¡No me dejas crecer!
- ¿Quieres crecer? No te metas en esto porque te mataran y morirás con solo 20 años.
- Me sorprende que recordaras que tengo 20 años. 20 años.- repetí - ¿Sabes qué significa eso? Que soy mayor y puedo hacer lo que yo quiera. No necesito tu autorización.
El me quedo mirando mientras negaba con la cabeza y parecía pensar. Yo me mantuve firme y segura de mi decisión. No dirigió la palabra por unos cinco minutos hasta que termino de pensar y hablo.
- Esta bien. Hace lo que quieras. Pero a mí no vuelvas a hablarme hasta que te des cuenta de que esto no es para ti y vuelvas para que te diga “Te lo dije”.- me esquivo y camino hacia la puerta.
- No lo hare.- hable como pude antes de que se vaya.
Ethan no respondió y en el momento en que escuche la puerta cerrarse con mucha fuerza supe que había salido.
Mis ojos se aguaron y un nudo en mi garganta se formó.
No me gustaba discutir con él aunque lo hacíamos muy pocas veces.
Me dolió que me pidiera que no le dirija la palabra pero nadie cambiaria mi decisión.
Si lograba ayudar a este lugar me sentiría mejor conmigo misma por el hecho de que salvaría algo importante para mí, y demostraría ser buena en lo que me apasiona.
