Narra Alex.
2 semana después.Luego del funeral de mi hermana, nos habíamos mudado de casa, por que mi madre no soportaba la idea de vivir más un segundo ahí por lo sucedido, eso me molestaba, por que después de tanto tiempo se había dado cuenta de que tenía una hija, y eso es lo que dicen, nunca sabes lo que tienes hasta que lo pierdes. Mientras sacaba estas conclusiones, me preparaba para ir al psicólogo, mi padrasto me había obligado a asistir, es un imbécil, solo finge preocupación para tener a mi madre en sus manos, y sé que el es parte de la causa por la cuál mi hermana ya no estaba aquí. Bajé las escaleras, observé mi reloj y marcaban las 8:00 de la mañana, me acerqué a la cocina y sabía que solo encontraría al señor que le había robado el lugar a mi padre, mi madre ya se había ido al trabajo. Me acerqué a la mesa tomé una manzana y le di un mordisco cuando el troglodita comenzó a balbucear.
--¿Que haz dicho?-- Pregunté sin importancia.
--Que ya es hora de irnos-- Repitió y bufó.
--¿Por qué actúas?, se lo que eres, se lo que haz hecho-- Lo miré a los ojos y lo desafíe.
--Bien por tí, no tienes oportunidad contra mi, estando tu madre aquí-- Soltó y señaló su palma de la mano con el dedo.
Salió de la cocina y sabia que tenia que ir tras el, no era imbécil, mi carácter no era temperamental, se lo que tengo que hacer cuando lo debo, y el tiempo aún sobraba.
El ya había arrancado el auto, tomé mi mochila y subí al asiento de copiloto, se puso en marcha y de nuevo comenzó a balbucear.--Sabes que no eres una amenaza para mi, estas mil pasos tras mío, así que mantente callado y todo estará bien para ti--Giró a verme en un lapso de 2 segundos y solo sonreí.
--Está bien-- Dije indiferente, este hombre no sabe lo que le depara en el futuro.
Al llegar bajé y el a mi lado, solo se aseguraba de que entrará y asi lo hice, estaba frente a una señora de unos 30 años aproximadamente, usaba unas gafas enormes, sonreía exageradamente tratando de dar confianza pero solo daba asco.
--Bien señor Thompson, se puede retirar--Le dijo a mi padrasto luego de que hubieran platicado todo.
El solo asintió y salió, la señora volvió su vista a mi y ya sabía lo que venía, una maravillosa mañana en el psicologo, genial.
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Su fin, mísera vida.[Alex Lawther FanFic]
Teen FictionTodo empezó con un grito lastimero.