Eres Mío [Ziam]

46.

El mayor salió de casa con la excusa de que iría al mercado a comprar varías cosas para la cena.

Liam al principio insistió para que no fuera sólo, pero al final lo logró y pudo salir sin el castaño.

El lugar al que se dirigía Zayn estaba un poco lejos, estaba a dos horas de dónde vivía. Pero iría, no quería dejar a Shawn plantado, él quería disculparse y lo iba a escuchar, no por nada eran amigos.

Eran las 4 de la tarde y Zayn ya estaba llegando al lugar en dónde Shawn lo había citado. Estaba muy nervioso el mayor. Aquel lugar estaba fuera de la cuidad, casi no había personas ahí.

Zayn sólo se dedicó a salir del taxi, pagar y después tocar aquella puerta con grandes paredes. La casa estaba hecha de madera pura, con grandes árboles a los lados y un ligero toque de color café oscuro.

Después de tocar unos segundos, la puerta fue abierta con suavidad, dejando ver al castaño con una enorme sonrisa en sus labios.

—Viniste.—habló Shawn.

—Claro que si, no podía dejarte aquí.—sonrió Zayn.

—Me alegro de que hayas venido hoy, nos vamos a divertir mucho.—el castaño hizo una señal indicándole a Zayn que pasara a la casa.

—Gracias por invitarme, es una casa muy bonita.—Zayn pasó y empezó a mirar por dentro de aquélla casa, era tan bonita, floreros a sus alrededores, todo se miraba tan cómodo.

—Es herencia de mi familia.

—Tu familia tiene buenos gustos.—agregó Zayn sonriente.

—Claro que si. Ahora, ven a comer, cociné especialmente para tí.—Shawn empezó a caminar hacía la sala.

El moreno sonrió, parecía que Shawn realmente estaba empeñado en disculparse de una buena forma, agradecía tanto eso.

—Muchas gracias, se mira muy rico esto.—dijo Zayn mientras miraba como Shawn servía la comida.

—Gracias, aprendí a cocinar especialmente para tí.

—Eso es muy lindo de tu parte.

Shawn sonrió, Zayn se estaba portando tan bien.

Después de unos minutos, ambos chicos habían terminado de comer.

—Muchas gracias Shawn, la comida estuvo muy buena.—habló Zayn mientras se paraba y ponía su plato en donde iba.

—Gracias a tí por venir.—sonrió el castaño.— oh no, deja eso ahí. Mañana vendrá una sirvienta a limpiar.—dijo Shawn mientras hacía que Zayn dejara de lavar los platos.

—¿Estás seguro?

—Si.

—Está bien— sonrió el moreno mientras su celular empezaba a sonar otra vez.

Zayn sacó su celular de su bolsillo y empezó a revisar. Tenía tantas llamadas pérdidas de Liam, estaba en problemas. El menor debía de estar muy preocupado, tenía que regresar ya.

—Muchas gracias por la tarde de hoy Shawn, me tengo que ir.—hizo una reverencia Zayn.

—¿Irte?

—Si, tomaré un taxi, hay una carretera cerca de aquí.—dijo Zayn mientras agarraba su abrigo y empezaba a caminar hacía la puerta.

—No puedes irte, ya es muy tarde.

—No te preocupes, de nuevo, muchas gracias, estoy muy feliz.—sonrió Zayn mientras abría la puerta.

Shawn frunció el ceño y fue hacía donde estaba Zayn, para después jalar su brazo y hacer que entre de nuevo a la casa.

—No puedes Zayn.

—P-pero Shawn, estaré bien, no te preocupes.

—Me preocupo por tí Zayn, no quiero que te pase nada ahí afuera.—sonrió el castaño.— por eso, nunca saldrás de aquí ahora, te cuidaré para siempre.