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- Bueno Jimin, eso sería todo por hoy -dijo Seokjin mientras terminaba de anotar algunas cosas, se acomodo sus lentes de nuevo y se encamino cerca del mencionado-, no llevas mucho aquí, pero vas avanzando y eso es bueno.

Jimin sonrió débilmente, odiaba los hospitales, le traían muy malos recuerdos.

Hace unos años había tenido que venir para que trataran a su padre, debido a que le habían detectado cáncer de próstata, estaba molesto porque los doctores no pudieron hacer algo al respecto rápido, él pesaba que todo había sido culpa de ellos cuando supo que su padre había perdido la vida, odiaba estar allí por eso.

Sin embargo siempre su madre le había dicho que no era culpa de los doctores, aún así él no creía nada de aquello, tumores benignos, malignos, para él eran solo puras tonterías, su padre siempre había estado saludable y de un de repente esas cosas aparecían en su cuerpo.

Para él lo más triste era visitarlo, siempre que lo veía podía ver que no se encontraba del todo bien, podía sentir como su padre casi le estaba dando el último adiós, por eso cuando se encontraba en el hospital ambos siempre se despedían con un "te quiero".

- ¡Seokjin! -esa voz lo saco totalmente de sus pensamientos.

Allí venía de nuevo aquel chico de piel pálida y ojos gatunos, venía con algo en sus manos, ¿eso era una bandeja?

- La enfermera Choi me mando a entregar la comida del paciente, Park Jimin -Yoongi le explicaba a Seokjin-, creo fue el nombre que dijo, no recuerdo bien.

- Yoongi sabes que debes estar lejos de cosas muy calientes -había explicado Seokjin.

Jimin solo tenía la mirada puesta en aquel chico de ojos gatunos, quien se veía confundido por las palabras del doctor Kim.

- ¡Oh! No te preocupes, la bandeja no está para nada caliente -Seokjin suspiro derrotado.

- Bien, puedes entregársela, él es Jimin...

- Mucho gusto -Yoongi le había sonreído mientras se acercaba y colocaba la bandeja cerca de Jimin para que pudiera comer-, te recomiendo que no inicies por el postre, y te encantará la ensalada, es de naranja... ¡buen provecho!

Sin más se alejo de él, ¿había escuchado bien? ¿Por qué le hablaba con tanta confianza? No lo entendía, además... ¿por qué no tenía el mismo uniforme que el de todos los enfermeros del hospital? Jimin lo observo de pies a cabeza y luego miro sus ropas, no eran parecidas, ¿sería uno de los encargados de limpieza? No entendía nada.

- Gracias Yoongi -menciono Seokjin mientras le sonreía-, deberías regresar a..

- No, no quiero, iré a jugar ajedrez con Hoseok un rato.

De nueva cuenta Yoongi desapareció por la puerta.

- Ese Min Yoongi nunca entiende -suspiro Seokjin-. Bueno te dejaré comer tranquilo, Jimin.

El mencionado solo asintió.

Tenía muchas preguntas sobre aquel chico de ojos gatunos de nombre Min Yoongi.

Garden  ||YoonMin||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora