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Se encontraba sentado muy cerca de la cancha de baloncesto, y su mirada estaba perdida, aún analizaba las palabras que había escuchado salir de los labios de Yoongi, ¿eran ciertas? ¿De verdad se había enamorado de él? Pero ¿por qué debía decírselo rápido? ¿Cuál era la enfermedad que él tenía que lo obligaría a decírselo? Soltó el aire que estaba reteniendo sin darse cuenta.

- ¿Estás bien? -Jimin se sobresalto por la pregunta, y por supuesto sabía a quien pertenecía la voz, por lo tanto sus mejillas se colorearon de un rojo suave, se sentía avergonzado.

- S-sí... -estaba dispuesto a golpearse por haber tartamudeado, además de sus mejillas que las sentía muy calientes en ese momento.

En cuanto a Yoongi, él solo pensaba que ver a Jimin tan nervioso y sonrojado era muy tierno, todo en aquel chico le parecía demasiado tierno, y es que Jimin había logrado lo que nadie había hecho que sintiera, y eso era una combinación perfecta que hacía que se sintiera tan perdido con ese chico, quería estar con él todo el tiempo, quería ayudarlo, quería estar solamente allí para él.

- ¿Tienes fiebre? -Yoongi le dio una cálida sonrisa.

- ¿F-fiebre? -Jimin no comprendía porque se sentía ahora tan nervioso, casi nunca le pasaba esto, y es que ahora en verdad no sabía que hacer, Yoongi prácticamente se le había confesado sin siquiera saberlo-. No.

- ¿Seguro? Es que estás demasiado rojo.

El de tez pálida se acerco más a Jimin, y de inmediato se coloco en cuclillas frente a él, y lo miro a los ojos, Jimin por más que trato no apartar la mirada, sentía que debía hacerlo, los ojos de Yoongi eran de un marrón oscuro, pero sentía que lograban hacerlo sentir tan nervioso, no podía verlo a los ojos, su corazón comenzaba a acelerar las pulsaciones y eso hacía que se sintiera tan nervioso.

Aparto la mirada, Yoongi ladeo un poco su cabeza para después con su mano derecha acercarla y colocarla justo en la frente de Jimin, y por supuesto en cuanto hizo está acción había notado el ligero temblor que tenía Jimin, y por supuesto por parte del de labios gruesos, solo sintió como su corazón seguía aún más desbocado, sintió sus mejillas arder de nueva cuenta, y sentía que seguramente ya era todo un tomate, miro a Yoongi.

El pálido estaba concentrado en la frente de Jimin, analizaba si acaso tenía la temperatura demasiado alta, de ser así entonces iría de inmediato por unas medicinas para bajar su fiebre, pero no era así, lo que le sorprendió, pues cuando miro a Jimin, esté seguía rojo.

- ¿Q-qué haces? -a duras penas eso había salido de los labios de Jimin.

- No tienes fiebre, pero estás muy rojo, te ves muy lindo.

- No...

- Sí -Yoongi aparto la mano de la frente de Jimin, y claro Jimin extraño por unos segundos aquel toque, las manos de Yoongi en verdad que eran muy suaves-. Disculpa si te molesto que hiciera eso.

- No, no me molesto, de hecho fue... ¿cálido?

Yoongi soltó una pequeña risa para después incorporarse, Jimin aún mantenía su mirada puesta en Yoongi, y claro el de tez pálida le sonrió, y Jimin no espero lo siguiente, Yoongi se acerco hacía él, sus rostros estaban demasiado cerca, por unos momentos Jimin creía que iba a obtener un beso en los labios por parte de aquel chico, pero no, Yoongi deposito un pequeño beso en la punta de la nariz de Jimin.

- Tan lindo -canturreo Yoongi para después retirarse.

Simplemente Jimin sentía que le estaba dando una taquicardia con cada acto de Min Yoongi.

Garden  ||YoonMin||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora