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Jimin abría los ojos lentamente, la luz en aquella habitación era demasiada y lobraba lastimarlo un poco, pero cuando sus ojos lograron acostumbrarse a la luz, pudo percatarse que esa no era su habitación, miro alrededor y allí vio a su madre, estaba hablando con alguien más, un doctor.

- ¿M-mamá? -su voz había salido demasiado rasposa.

Ambos, tanto el doctor como su madre se giraron a verlo, su madre de inmediato se acerco hacía él para brindarle un abrazo, Jimin también la abrazo, estaba feliz de poder verla, por unos momentos había pensado que ya había abandonado ese mundo, pero no era así.

- ¡Es un alivio! Que bueno que despertaste cariño -sintió como su madre depositaba un casto beso en su frente.

- Me alegra que despertarás -menciono el doctor, llevaba colocados sus lentes además de que su cabello era castaño, sus cejas eran algo pobladas, y sus labios eran gruesos-. Temo decir eso señora Park, pero necesito que se retire por unos momentos, tengo que explicarle a Jimin lo que ocurrió.

- No se preocupe doctor Kim, estaré afuera, por cierto ¿cuáles serán los horarios de visita? 

- Puede obtenerlos en la recepción, pero de una vez le digo, aquí usualmente las visitas son los fines de semana, es para no saturar la sala de espera, a veces hay emergencias grandes al igual que las familias.

- Sí, comprendo -miro a su hijo que aún tenía muchas preguntas en su cabeza, y más porque sentía que sus piernas apenas y se podían mover-. Volveré en unos momentos, cariño.

Jimin asintió y vio como su madre salio por la puerta de la habitación de inmediato.

Su mirada paso al doctor que ahora se encontraba parado a su lado.

- ¿Qué ocurrió? -sentía su garganta seca, pero aún así quería respuestas, el doctor de inmediato le sirvió un vaso con agua, Jimin no dudo ni un segundo en darle un buen trago.

- Tuviste un grave accidente, pero al menos llegamos a tiempo para sacarte del vehículo.

Jimin recordó todo, el choque, sus intentos por salir del vehículo, las sirenas de las patrullas y ambulancias, y cuando prácticamente se quedo en silencio todo.

- Jimin -miro al doctor-, seré quien este al pendiente de tu recuperación, estarás hospitalizado aquí por algunos meses hasta que puedas recuperar la total movilidad de tus piernas -Jimin trago grueso al escuchar aquello, eso significaba solo una cosa.

- ¿No puedo caminar? -sonaba tonto preguntarlo, pero quería confirmarlo.

- Exactamente, las fracturas afortunadamente no fueron tan graves, y puedes recuperarte, te lastimaste más debajo de la rodilla, tus fémures están sanos y salvos.

- ¿Exactamente cuánto tiempo tengo que estar aquí?

- Lo necesario -respondió el doctor-, por cierto soy Kim Seokjin, puedes decirme Jin si estás más a gusto, seré quien se encargue de ti en estos meses de recuperación.

- Gracias -dijo Jimin, aunque se sentía desanimado, no poder caminar era horrible.

Se odiaba por no haber conducido con más precaución.

De repente unos toquidos se escucharon en la puerta, Seokjin le indico al que estuviera detrás de la puerta que podía entrar.

Jimin miro hacía la puerta y pudo ver a un chico, piel pálida, cabellos revueltos de color castaño obscuro casi a llegar a negro y con una sonrisa, se dirigía hacía el doctor Seokjin.

- ¡Seokjin! -se escuchaba muy animado, Jimin no entendía porque esos ánimos, estaba en un hospital, aquí casi no había muchos ánimos-. Jungkook te necesita, le han dado vómitos de nuevo, pero ya no son tantos.

- Iré de inmediato, Yoongi sabes muy bien que no deberías estar aquí.

- Lo siento, pero quería avisarte, además debo ir al jardín, creo que Namjoon jugará un partido de baloncesto contra Jackson ¡y no quiero perdérmelo!

- Puedes ir, y recuerda no estar tanto en el sol ¿de acuerdo?

- ¡De acuerdo!

Sin más salio de la habitación.

De alguna manera ese chico le había dado mucha curiosidad a Jimin.


Garden  ||YoonMin||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora