Garden ||YoonMin||

018

Jimin miraba alrededor, era un día más de visita, y aunque en los anteriores su madre no había tenido el tiempo suficiente para visitarlo, esperaba que ahora fuera distinto.

Tenía tantas cosas que decirle, como el hecho de que muy pronto saldría de allí, solo unos días más y por fin se iría, quería hablarle sobre Yoongi, quería que lo conociera, quería hablarle de todo lo que había aprendido y visto allí, ¡solo quería decirle todo!

- ¿Mamá? -su sonrisa regreso en grande al ver que su madre había entrado por fin y lo buscaba con la mirada-. ¡Aquí estoy, mamá!

Y en cuanto su madre escucho aquel grito de su hijo, corrió hacía él, a Jimin le hubiera gustado correr de la misma forma solo para ir y abrazar a su madre, pero apenas y había logrado levantarse, pero aún le faltaba poder mantenerse en equilibrio para poder caminar y mantenerse en pie, así que lo más que pudo hacer, fue dar dos pasos y sostenerse de la siguiente silla que rodeaba la mesa en la que se encontraba.

- ¡Cariño! -de inmediato sintió como los brazos de su madre lo rodeaban en un abrazo, la mujer estaba más que feliz de poder volver a ver a su hijo.

Había sido casi inútil conseguir un permiso para poder verlo, y es que en la empresa en donde se encontraba trabajando, era demasiado exigente, pero la señora Park, ya estaba harta, sin pedir ningún permiso, había decidido faltar, puede que le descuenten de su sueldo, puede que inclusive consideren despedirla, pero eso no le interesaba, ella quería ver a su hijo.

Habían pasado meses y ella no había podido ir a los días de visita, y no quería que su pequeño pensará que lo había abandonado por completo en aquel hospital, para nada, ella lo amaba, y no dejaría que un simple empleo con un sueldo apenas favorable, le impidiera ver a su preciado hijo.

- Te extrañe tanto, Jimin -Jimin abrazo a su madre lo más fuerte que podía.

- Y yo a ti, mamá...

Yoongi miraba de lejos, sonrió al ver aquella escena, como le gustaría que su familia apareciera de esa forma, casi tan inesperada.

Lo habían dejado de visitar desde hace tiempo, pero sabía las razones, sus padres lo habían internado allí por su bien, y apenas y podían pagar algunas cosas para su tratamiento, y era por eso que viajar les era casi imposible, y más porque sabían que allí era el mejor lugar en donde podían asegurar que Yoongi estuviera con buena salud por el resto de sus días.

- ¿No es lindo? -pregunto Yoongi al aire.

- Lo es -respondió Seokjin mirando como Jimin aún platicaba con su madre tan entusiasmado-. ¿Cuándo se lo dirás? -pregunto el doctor.

- ¿Cuándo es mi operación?

Con esa operación lograría que por fin dejará de tener aquella enfermedad, era algo riesgosa, pero él quería que la hicieran, ya había dado su consentimiento, y estaría dispuesto a todo lo que fuera necesario para poder recuperarse.

- Justo un día después de que él salga de alta, tienes que hacerlo Yoongi.

- Lo sé...

Y lo haría.