MOKITA

1

Después de meses de conocerse, por fin habían decidido que era el momento para hacerlo.

¿Y tú crees que es buena idea?

¿Por qué no lo sería?

Se conocieron porque era el mejor amigo de Alek, el novio de su mejor amiga Katherine... Primero por mensaje, y luego se conocieron en persona en una cita doble.

Todo era bastante perfecto cuando él rondaba cerca de ella. Como justo ahora.

Steven se acercaba a ella con su chocolate caliente en una mano y palomitas para él en la otra. Ella no pudo hacer otra cosa que sonreírle, estaba realmente guapo... Aún después de verlo llorar, de verlo hasta sin afeitar... Todo él seguía siendo una obra de arte.

Su cabello negro estaba recién cortado, casi al ras en los lados y arriba perfectamente degradado con un pequeño remolido que enviaba su flequillo hacia un lado... Ni siquiera sabía si le podía decir flequillo, sonaba demasiado femenino. Todo él gritaba "SÉ QUE ESTOY BUENO."

Su cutis perfecto. Ojos verdes con gotas de oro, enmarcados con unas cejas pobladas pero para nada desprolijas. Labios rellenos y perfilados a la perfección, parecían dibujados por una mano experta. Todo él era la perfección hecha hombre.

Y sus ojos estaban fijos en ella, él sonrió mostrando sus respectivos dientes blancos en una mueca encantadora.

-¿Tengo algo mal en la cara? –Le cuestionó divertido con sarcasmo, para nada maleducado.

-Lo siento, muñeco... Es sólo que me parece difícil de creer, aún después de todo éste tiempo sigas a mi lado, siendo tan caliente y apuesto. –Él se sintió ahogar de la risa que ella acompañó, con cariño Stephen le tomó la mano y depositó un beso sonriente.- ¿Qué hice para merecerte?

-Eso debería preguntármelo yo, Brenda... Sé que no es el mejor momento para mencionarlos, -Empezó y el corazón de Brenda se arrugó un poco e hizo una mueca y él apretó su mano, reconfortante.- pero... realmente no puedo dejar de pensar en lo afortunado que soy de haberte conocido, le doy gracias a Alek siempre que puedo por haberme ayudado a llegar a ti.

Brenda miró hacia abajo y cerró con fuerza los ojos que se llenaban de lágrimas.

La extraño tanto... tanto, tanto...

El pasado es pasado, debes dejar de llorar.

-Por favor, no llores... No los mencioné para entristecerte, a Kat no le gustaría que te pusieras a llorar, eres fuerte pequeña, juntos pasamos por esto y juntos saldremos ¿Cierto?

Ella respiró profundo con dolor en donde debería estar su corazón. Se le había roto cuando se enteró del accidente automovilístico donde fallecieron Kat y Alek.

Sus cuerpos no fueron encontrados.

No quiero tus esperanzas.

Su mente reprodujo en nanosegundos las fotos del accidente que aparecieron en la televisión, las fotos (peores en muchos sentidos) que le mostró la policía.

Luego de varias citas, ella había empezado una relación con Stephen, y todos estaban en una pequeña nube de éxtasis. Al salir de la pista de patinaje, ambos se fueron juntos en bus hasta la casa de Brenda... Había decidido presentárselo a sus padres, pero al llegar a la entrada, pudo escuchar como sus padres discutían cual perro y gato. Con una mueca, ella lo alejó de ahí y fueron a esperar al parque que estaba a una calle de distancia. Junto a él se le pasó el rato volando y pronto se dieron cuenta que jugando y charlando, habían dado las 2am.