Lo primero que hizo, fue bañarse. Estaba asqueada. No sabía específicamente porqué... Si por el asco que sentía de haber sido usada, o el hecho de no haber pensado en que algo así podría pasar. Dada su primera... ¿Experiencia? En ése lugar, no podía creer cómo no había previsto que los guardias de seguridad estaban tan podridos como todo ahí.
No quiero ser una imbécil contigo, pero sentir repulsión es poco para lo hecha mierda que estás justo ahora.
Maldita seas, no es el momento. Eso no ayuda.
Mientras se lavaba sólo con agua, notó que no le dolía nada. Las heridas estaban ahí, ardían al tacto. Pero de esto, no sé, saben a lo que se refiere, simplemente no dolía.
Fuerte ibuprofeno... Tan bueno como para perder la consciencia.
A mí, literalmente hablando, no me has perdido.
Sólo Dios sabe cuánto deseo eso en éste momento.
Malagradecida.
Respiró profundo y se sentó en su cama, abrazando su cuerpo desnudo, viendo hacia la puerta, pensando sin pensar nada realmente. Esperando que de alguna manera, la respuesta de esa pregunta no formulada llegara de cualquier manera posible.
Pasó lo que le parecieron horas, hasta que la puerta volvió a abrirse.
Sissy apareció por la puerta como si fuera un rayo de luz que iluminara su vida. La impresión fue tal, que la empequeñecida Brenda se quedó quieta.
Ella le sonrió con ternura, y cerró la puerta detrás de ella. Inmediatamente dejó la bandeja sobre la mesa y se acercó rápidamente hasta ella para abrazarla. Brenda estaba sorprendida, y lo único que se ocurrió fue llorar en su hombro, sintiéndose mejor. No estaba tan sola.
Qué manía... Confiar en desconocidos. Y de aquí.
Sissy soltó el abrazo de a poco, pidiéndole silencio con delicadeza. Luego le secó las lágrimas con una mueca y le dijo en voz baja.
-Sé que es horrible... Sé que no entiendes por qué te está pasando esto... Te preguntas quién podría hacer algo tan malo... Pero esas son preguntas sin una respuesta, o al menos una que pueda darte. –Le soltó con suavidad, pero mirada firme.- No tengo mucho tiempo... Vine a traerte algunas cosas, para que estés mejor, más cómoda. –Le dijo con una sonrisa que intentaba animarla, como si algo realmente podría hacerla sentir mejor. Sissy se volteó y le enseñó la ropa que le había traído. Era un mono deportivo con unas zapatillas y un suéter, todo azul.- Si lo deseas, puedes vestirte...
Brenda se puso de pie murmurando un agradecimiento, mientras empezaba a vestirse. Dejando las zapatillas de lado, volvió a sentarse. Sissy estaba en silencio, mirando al suelo, tan quieta que a Brenda le dio un poco de pena romper su burbuja. Pero no le hizo falta, pues ella misma empezó a hablarle en un murmullo.
-Tu... Tú eres la amiga de Nina... ella nos habló mucho de ti. Nina, ella... -Cabeceó con una mueca extraña en los labios.- Lo siento, tú debes conocerla como Katherine...
-¡Oh mi Dios! Kat... ¿La conociste? –Le preguntó en un susurro, llevando sus manos a lo boca de la impresión, empezando a derramar nuevamente lágrimas en silencio.
Ella, estuvo aquí. Ella, mi Kat, oh... mi Kat, mi fuerte Kate, ¿Ella pasó por esto? Mi Dios...
-Shhhh.... –Le instó Sissy con cara de susto, mirando a la puerta.- No alces la voz, podrían oírnos y nos matarían a ambas. –Le dijo dura, y Brenda suspiró temblorosa, limpiando sus lágrimas en solemne estupor. No puedo creer que esto esté pasando realmente.- Sí, conocí a Nina o Katherine... cómo sea... El caso es que –Suspiró.- yo realmente le debo mucho, ella fue una persona excelente todas nosotras mientras estuvo aquí, ¿Sabes? Simplemente no dejaba de luchar, siempre inteligente... Se había comportado tan bien, yo no esperaba que se arriesgara... Pe-pero... –Miró hacia un lado, apenada y contrariada.- Ella intentó escapar, Brenda... Estuvo muy cerca de lograrlo, pero la encontraron... La mataron frente a nosotras. –Soltó con la mirada perdida, un poco cristalizada, sorbió su nariz y negó con la cabeza, como si no lograse comprender algo.- Lo hicieron para disuadir cualquier intento de hacer lo mismo, y te puedo asegurar que funcionó.
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MOKITA
Short StoryEl amor le llegó como menos esperaba. Uniéndose por el dolor, Stephen y Brenda sobrevivieron. Pero sólo ella encontrará la paz... una paz que llegó luego de sobrevivir, cuando menos la esperaba. ~ADVERTENCIA: ÉSTA ES UNA MICRO HISTORIA RELACIONADA C...