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Empezó a caminar deprisa, en dirección al final del pasillo.

Sigue la ventana, la ventana da hacia el exterior, no dejes de buscar el final.

Se recordaba una y otra vez, mientras comenzaba a trotar, pasando frente a muchas puertas iguales y cerradas. Ella sabía que estaban vacías, Sissy se lo dijo. Pero pensar en que tal vez algún día estén ocupadas, le daba arcadas.

Por mirar la ventana, casi se da de frente con una puerta de metal, que indicaba el final del pasillo. Miró la ranura de seguridad y sacó la identificación.

Aunque no le hizo falta, puesto que la puerta se abrió con rapidez, y la cubrió mientras un par de hombres fornidos salían. Iban vestidos igual que Wolfie, y justo cuando ella entraba por donde ellos habían salido los escuchó decir.

<<-No será nada, seguro es el idiota intimidando con tiros a las chicas...

-Se está buscando que alguna le meta un balazo>>

Y cuánta razón tienen.

Pensó mientras empezaba a correr por ese nuevo espacio. Siguiendo la ventana, siempre hacia la izquierda.

Ver a esos hombres la preocupó, porque sólo era cuestión de tiempo para que encontraran al hombre, y sabrían que ella andaba suelta. Debía salir de ahí antes que activaran las alarmas o peor. Cerraran cualquier vía de escape.

Qué bruta, pudiste hacer cualquier otra cosa, pero preferiste meterle un tiro, ¿No pensaste en el ruido?

No lo pensé, ahora déjame sacarnos de aquí.

¿Y esa puerta que dice Salida?

Oh mierda.

No la había visto y estaba a punto de dejarla atrás. También tenía una ranura, así que con fe, introdujo la identificación y la puerta se abrió, sacó a identificación al pasar por la abertura y rápidamente se ocultó detrás del capó de uno de los carros que estaban ahí.

Justo frente a ella había más tipos fornidos vestidos como los anteriores y Wolfie. Por un costado del carro de asomó y los vio ojeando unos papeles y riéndose entre ellos. Ninguno miraba en su dirección. Se fue arrastrando pegada a la pared, queriendo evitar cualquier tipo de contacto con ellos, o hacer ruido y que se percataran de su presencia. Estaban parados frente a un portón metálico negro, bastante imponente, y justo cuando ella estaba a dos metros de él, preguntándose cómo mierda iba a lograr abrirlo para salir, uno de ellos empezó a gritar órdenes, y sintió cómo el portón ascendía con lentitud. Iba ya por la mitad cuando ocurrió.

Las sirenas empezaron a pitar insistentemente, tiñendo las luces de rojo. El portón se detuvo y comenzó a bajar con la misma rapidez, haciendo que Brenda se desesperara.

-¿Qué mierda está pasando?, ¿Por qué activaron las alarmas? –Preguntó uno de ellos, y todos empezaron a parlotear al mismo tiempo confundidos. Creyó momentáneamente percibir la voz e Alek entre ellas, pero no se permitió pensar en eso.

¿Salto y ruedo por debajo?

¿Tienes otra opción?

Mierda y más mierda, me verán.

Entonces hazlo cuando no puedan hacer lo mismo para seguirte.

Respiró profundo, una y otra vez, nerviosa, se sacó el arma de la cinturilla del pantalón y contó regresivamente desde el 10

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MOKITADonde viven las historias. Descúbrelo ahora