Después de unos días no tuve noticias sobre Nick, el maldito, me había visto llorando. Gracias mundo.Gracias.
hoy, después del trabajo en la cafetería, fui con mi libro y mis auriculares a ese pequeño parque, una de las pocas cosas que me tranquilizan a parte de la mirada de lu.... olvidenlo.
Escuché el sonido de una motocicleta, pero no le tomé importancia, seguí leyendo, pero el pitido de una bocina interrumpió mi tranquilidad. Miré hacia ambos lados pero no había gente cerca, mi mirada viajó hacia el frente y ahi estaba él, Nick, sentado sobre su moto con el casco reposando sobre su brazo, mirándome. ¿Me estaba siguendo?
- ¿Me estas siguiendo?- dije antes de cerrar mi gran bocota.
-¿ Disculpa? Es un lugar público, no éres el ombligo del mundo-.
-¡Que exasperante éres hombre!- Dije furiosa mientras caminaba a paso acelerado.
-Ya, ya, criatura del señor, sube-.
- ¿Contigo? Ni muerta-.
-Te mueres por estar conmigo-Dijo arrogante
-En tu sueños más salvajes-.
-Sube-.
-Que no lo voy a hacer-.
-Entonces creo que será por las malas- Dijo con una mirada perversa.
-¿Qué?- ¿Que significaba por las malas? ¿Me golpearía? No lo creo capaz. ¿Me ataría? Posiblemente.
Bajó de su moto y comenzó a trotar hacia a mí.
-Voy a gritar-.
-Nadie te escuchará-.
-Vale la pena intentarlo-.
Abrí la boca pero no llegué a emitir sonido alguno ya que una mano cubrió mi boca y unos brazos enrrollaron mi cuerpo, mientras sus labios en mi oreja susurraban:
-Shh, escuchas eso? Silencio.-dijo- Voy a llevarte a un lugar muy lindo.
Oh oh. esto no es bueno.