Guerrera del Sol. Libro de Sakura.

Capítulo II: Monstruo de fuego.

Declaimer: Los personajes de Naruto NO son míos, pertenecen a Kshimoto, yo solo los uso para crear esta historia, sin fines de lucro, con el único objetivo de hacer pasar un buen momento al lector.

—Entonces, ¿Se supone que no eres de la tierra?— preguntó Chōji, para él era muy extraño el asunto con esa chica. Admitía que le creía, porque ella se había encargado de hacerles una pequeña demostración de sus habilidades. Pero no podía evitar pensar que seguía siendo muy difícil creer que había vida en el sol.

—Soy una guerrera del Sol. Mi propósito es servir y proteger al dios Inoichi-sama— fue la única explicación que Sakura planeaba dar de su origen.

—A mí me gustaría saber más de ti— le dijo Tenten. Su curiosidad por la nueva mujer solo sería satisfecha si ella seguía hablando sobre su vida.

—Lo siento, creo que he hablado más de lo que debería— Sakura cruzó sus piernas. Después de huir de la joyería, Chōji las había llevado de regreso con Tenten. Ahora todos estaban reunidos en el sótano de la mansión Hyūga, el cual servía de guarida secreta.

—Que lástima— murmuró Hinata desanimada —A mi me hubiera gustado escuchar más sobre ti. 

—¿De verdad te gustaría saber más de mi?— la Haruno la miró con un sonrojó en sus mejillas. No sabía que le estaba pasando en realidad, esa chica la atraía como un oso a la miel. Pero si compraba eso con lo que sentía por Shisui, el resultado no era el mismo. A su prometido lo amaba, y a Hinata apenas y la conocía.

—Si, me encantaría.

—Bueno, siendo así— la ojijade suspiró derrotada —Les hablaré un poco más de mi.

—¡Genial!— exclamó Hanabi contenta, lo único que le faltaba para tener la velada perfecta eran palomitas.

—Si, genial— Tenten rodó los ojos con cierto fastidio, se sintió ofendida de que Sakura no quisiera hablar sobre su origen cuando ella se lo pidió.

—En realidad fuí creada por Inoichi-sama para ser la mujer de algún guerrero. Yo no acepté ese destino para mí, creía que podía aspirar a más. Gracias a la ayuda y entrenamiento de un guerrero del Sol, mi diosa me reconoció— Sakura sonrió feliz al recordar a su maestra —Tsunade-sama me dió habilidades especiales, habilidades que solo ella poseía.

—¿Y que habilidades son esas?— indagó Chōji.

—Puedo manejar el fuego, aunque eso es algo que todos los guerreros del Sol pueden hacer. Tengo una increíble fuerza y dotes de curación— todos los chicos la escuchaban atentos, con la emoción reflejada en sus rostros. Sakura se sentía realmente importante al tener esa atención sobre ella —También me dieron una técnica que solo yo puedo manejar, además de mi diosa Tsunade-sama. Claro está.

—¿De qué se trata?— intervino está vez Tenten.

—¿Miran este símbolo en mi frente?— Sakura señalaba el pequeño diamante que estaba dibujado en ella, los cuatro asintieron repetidamente para que siguiera con su relato —Su nombre es Byakugō no In, o mejor conocido como Sello Fuerza de un Centenar.

—¿Y para qué sirve?

—Con este sello tengo la capacidad de aumentar mis capacidades físicas y espirituales. En el guardo una gran energía, es como un almacén. Si lo necesito puedo utilizarlo sin temer que se acabe mi propia energía— todos la seguían viendo con impresión —También puedo usarlo para regenerar mi cuerpo, en caso de tener heridas graves.