Guerrera del Sol. Libro de Sakura.

Capítulo III: El poder oculto de Hanabi.

Declaimer: Los personajes de Naruto NO son míos, pertenecen a Kshimoto, yo solo los uso para crear esta historia, sin fines de lucro, con el único objetivo de hacer pasar un buen momento al lector.

—Nosotros no somos personas normales, Hinata. 

—Padre— la pequeña de cinco años permanecía sentada en el suelo con las piernas cruzadas. Su duro entrenamiento había terminado, ahora sólo estaba estudiando los pergaminos de las técnicas especiales de su madre —¿Es posible que yo pueda hacer esto? 

Hiashi miró las figuras de los pergaminos que su hija señalaba, meditó bien sus respuesta antes de dirigirse a ella.

—Tal vez.

—¿Y mi hermana?

—Ella es solo una bebé— le dijo con voz tranquila.

—Pero cuando sea más grande, ¿Podrá hacerlo?

—Si, Hanabi está destinada a ser una gran maestra en el control del agua.

—¿Por qué yo no?

—Tú también tienes un gran destino marcado. Sólo que tienes una habilidad única, a diferencia de tu hermana— Hiashi no encontraba las palabras adecuadas, no podía decirle a su hija que era la hija de dos dioses diferentes. No podía decirle que no conocía el alcance de sus poderes. Ni siquiera él sabía si ella sería capaz de manejar el agua como todos sus ancestros, o el fuego como lo hacía su madre —Por ahora seguiremos estudiando y entrenando tus otras habilidades.

—Esta bien padre.

Hinata volvió su vista a los pergaminos, la técnica que su madre le obsequió para estudiar en su cumpleaños número cuatro tenía por título La Gran Ola. Era una técnica de alto nivel que los maestros utilizaban sólo en ocasiones que realmente lo ameritan. Hiashi, a diferencia de su hija, se quedó unos minutos perdido en sus pensamientos. Cuando los guerreros de Tsunade le entregaron a su hija, Hiashi desposó a una de las doncellas de su madre y se retiró a la tierra. De esa forma ocultaba a su primogénita bajo un matrimonio arreglado. En sus planes no estaba enamorarse de esa doncella, mucho menos tener una segunda hija. Ahora sólo se dedicaba a cuidar y proteger a su familia. En ocasiones regresaba a la Luna para visitar a su madre y ayudar a sus hermanos.

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Hanabi no podía creer que el monstruo de fuego que decía Sakura en sus mensajes fuera real, pero allí estaba, destrozando todo a su paso y haciéndose más grande cuando sus llamas consumían todos los escombros. 

Su hermana mayor llegó unos minutos después de ella, Sakura ya estaba utilizando sus mejores técnicas para contener al gran gigante de lava. Si era sincera no le encontraba alguna forma, parecía uno de esos fantasmas que aparecían en las caricaturas que miraba en televisión. Como esos que usaban manta y todo eso. Solo que este era hecho de llamas y no de un material transparente como en los programas.

Sakura dejó de flotar y bajó al suelo, a lado de ambas hermanas. El monstruo de fuego estaba a unos metros de ellas.

—Hinata— Sakura la miró sorprendida, su traje era parecido al de Hanabi, solo que el de la niña era de color rojo en lugar de celeste —T-también te queda e-ese estilo.