Se conocieron en la playa...¿Muy cliché todo no? Pues no es lo que pensáis, solo eran encuentros cortos, miradas, sin dirigirse la palabra, pero eso cambia cuando los dos entran en la U.A.
Hoy en la tarde iría al hospital, por la mañana teníamos unas pruebas de la academia y no podía llegar tarde.
Me encontraba en mi pupitre, observando el paisaje que se veía desde la ventana.
-Hey Bakugou, que tal estás?
Me dijo Kirishima, desde que llegué a la academia el fue con el primero que hablé y aún que no lo pareciera, se había convertido en uno de mis mejores amigos.
-Bien
Dije secamente, la verdad es que no tenia ganas de hablar.
-No te preocupes, seguro que pronto despertará!
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Y por esta razón Kirishima era uno de los mejores amigos que uno podía tener, el conseguía levantarte el animo con tan solo unas palabras, parecía que nunca estaba triste y si lo estaba sabía disimularlo a la perfección.
-Si... claro que despertará
Dije bufando a lo que Kirishima sonrió.
La mañana había pasado rápido, casi todo el tiempo estuve con Kirishima como la mayoría de los días, entrenando y perfeccionando nuestras técnicas.
Después de comer, me dirigí al hospital, siguiendo las ruta que todos los días hacía para verte.
Ahí estabas tú, igual que los días anteriores... Deje las flores que todos los días te traía en el jarrón, me senté en una silla que se encontraba a tu lado y te cogí de la mano.
-Yuki, ya ha pasado un mes, un maldito mes, tienes que despertar, ¡Tienes que hacerlo!
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-Por favor, despierta, te echamos de menos... te echo de menos.
Me levante para irme, pero noté un pequeño apretón en mi mano...
