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Soy muy agradecida por lo que tengo, odiaría ser alguien materialista.

Desde que mi padre falleció, las cosas se han puesto difícil es casa, pero eso no quiere decir que no tratemos de salir a delante, por que, como decía mi padre, siempre hay que tener esperanza, alguien quien no la tiene, es alguien perdido.

Me ducho, me pongo ropa cómoda y empiezo a hacer la labores de la casa, como poner la ropa a lavar, doblarla, barrer, limpiar la cocina y ordenarla, entre otras cosas que si no haría, la casa estaría echa un desastre.

Cuando acabo de hacer lo necesario, voy a la cocina y saco una barra de cereal. ¡Me encantan!

Subo a mi cuarto y hago mis tareas, y si no tengo, leo algún libro.

Al anochecer llega mamá, muy cansada, como siempre.

-Mamá ¿como te ha ido?

-Bien hijita -siempre dice bien, pero su rostro aveces dice otra cosa.

-¿Tienes hambre? ¿Quieres que te prepare algo?

-No, no te preocupes... -dice recostándose en el sofá de la sala.

Le saco sus botines y me siento con ella.

-Mamá, esto... ¿Me podrías dar una idea de como obtener dinero?

-Y ¿para que? No lo necesitas ¿o no?

-No no... Es que quiero ayudar en la casa y como estamos algo cort...

-No te preocupes por eso Gemma, pon tu mente en los estudios para poder tener una beca en la universidad. De lo demás me encargo yo.

-Pero es que quiero ayudar, y tengo las mejores calificaciones de mi curso... -hago pucheros.

-Hija, no quiero que te pase algo -dijo acariciando mi mano - Ya veremos como salir de esto, ten fe.

-Si la tengo madre. -dije con sueño.

Siempre tengo fe.

Seré tu tutoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora