Nota de la autora: ¡Hola chicas! Esta es mi nueva novela y es con Austin Mahone. Subiré capitulo todos los miércoles, a menos que en serio este muy muy ocupada y en ese caso les avisaré :) Pueden preguntarme lo que quieran y tengan por seguro que les respondere. Me gusta que me corrígan, comenten y cuenten como les parece la historia y si alguien gusta me puede ayudar a escribir esta u otra nueva que subiré en unos dos meses.
Gracias, love Valeriee.
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Desperté con la cara hinchada y roja. Juré que ver a Austin no me haría bien alguno pero fue lo contrariol. Sabía que aún con este horrible suceso seguía importandole a personas y seguia con mis mismos amigos, sabía que en algún momento tal vez mi vida volvería a la normalidad y que Austin estaría ahí para ayudarme.
Una vez vi una película Uptown Girls que decía que si estas enojada con una persona y se muere, sufres menos pero Damn It es mentira, duele más, lo se, lo he vivido. No con mi madre ya que con ella nunca tenia ni una sola discución el problema era mi padre, recuerdo la noche que murió. Le pedi hacer una pequeña reunión en casa, no quisó y nos enojamos mutuamente, media hora después me llamaba Caroline diciendo que ellos habían muerto. Un estúpido camionero alcoholizado no tuvo el reflejo para pisar el freno, si no el acelerador. Acabando con la vida de mis padres.
Salí de mi cama, todo mi cuarto estaba llebo de polvo y telarañas que indicaban que nadie habia usado mi habitación por un largo tiempo, todo seguía igual, mis libros en mis estantes, mi lampara en mi escritorio y en el corcho una selfie de Austin y yo haciendo mensadas. Quería que las cosas volvieran a la normalidad, pero era ilógico en todos los sentidos. Para que la vida volviera a la normalidad se necesitaba de mis padres y seis meses más en Francia. Imposible.
La pantalla de mi celular se iluminó mostrando un mensaje de Austin:
"Te quiero linda ¿Comida en mi casa?"
Tomé el celular en mis manos, las cuáles temblaban un poco menos que cuando me dieron las tragicas noticias ¿Qué le respondería? Si le decía que sí, una parte de mi pensaba que estaba traicionando a mis padres, pero otra me decía que tenia que hacerlo, que no me podía permitir caer en un hoyo de tristeza.
Una parte de mi queria hacerlo, otra no ¿Cuál era más fuerte? Apliqué el viejo truco familiar, tomas una moneda, y al momento de hacer el volado una parte de ti te dira cual quiere que caigas. Esa tomas.
Qué salga que sí. Decididó, lo haría, aceptaria su invitación. Le daría otra oportunidad.
"Yo te quiero mucho más Austy. ¡Claro! ¿Quiénes van?"
"Pues nadie ¿Quieres que invite a más personas?"
"Así esta perfecto. Pasas por mi porfis"
Bloqueé mi celular y lanzé un suspiro era hora de crecer y superar mis baches, era momento de volver a vivir.
Si mi plan era cambiar debía de empezar bien, escogí un poco de ropa atletica que deje acá en casa y salí a correr, solo unos diez minutos, para relajar mi mente un poco, eso siempre ha servido y ahora no sería la excepción.
Corría por las calles en las cuáles rara vez transitaban autos, eran solitarias y solo sus habitantes pasaban por ellas. Pero eso no quitaba el hecho de que las personas con carreolas, perros o leyendo libros en las bancas no se dignaran a quitarme la mirada de encima. Se que mis padres murierón de manera trágica en la noche más fria del años ¿Pero ahora yo tendria que ser el punto de atención? ¿Acaso alguien no les podía decir que sus miradas eran como cuchillos que me clababan por todas partes? Corri un poco más, descancé para recuperar un poco mi aliento y volver a casa, donde claro esta, mi hermana estaría jodiendome diciendome que no sufrí y que mi vida es la perfecta.
Llegué el carro de Caroline seguia donde mismo, el de mi padre también estaba ahí, el de mi madre estaba hecho trizas en un bote de basura y el mio estaba en la casa de mi abuela desde hace 6 meses, el mismo día que me subí en un avión para nunca más volver a ver a mis padres.
Entré aún olía a lo mismo que la última vez que lo deje, un poco de lavanda con fresa, un olor fresco que me hacía sentir protegida. Hacía.
Entré en la cocina para preparar café y unos huevos con tocino, necesitaba cafeína. Chequé Instagram y disfruté del sabor del tocino americano, lo extrañaba. El tocino francés es una mierda.
Lave mis platos y subí a tomar una ducha relajante. Me metí a mi computadora para ver los covers de Austin, eran geniales, tenia talento y mi misión sería ayudarlo a llegar más lejos de lo que el se imagine.
