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Estaba sentada en una comida familiar, mueriendo de aburrimiento y llena de culpa. Si no hubiera sido tan ogro con Austin, quizá lo hubiera podidio invitar, pero no, tenía que estar demasiado alcoholizada como para poder medir mis palabras y gritarle borracho.
En verdad no quería decirle eso, solo que en verdad quería un poco de tiempo, todo fue tan apresurado que no tuve tiempo de decirle que en veradad aún lo amaba, pero él ya no sabía eso.
Molly mi prima pequeña estaba llorando mientras pedía una galleta de osos. Jane mi prima y mejor amiga se la entregó y luego se sentó a mi lado.
-¿Lo amas?- Me preguntó de la nada, en ese momento millones de recuerdos aparecieron por mi cabeza, cada vez que me hizo feliz, cada palabra que me dijo, sus movimientos, cuando me hacía reir, recuerdo cuando cantaba como idiota. Sonreí mentalmente, pensando en como me podía hacer feliz tan fácilmente, recuerdó el hermoso color de sus ojos. Pero luego me doy cuenta que todo eso se esfumó, con el Austin que conocía.
Hice una cara extraña y negué -¿Por qué lo haría?-
Yo sabía por que lo haría, él fue una parte de mi, por demasiado tiempo, él fue mi novio, mi mejor amigo, mi lugar secreto, mi salvació, él fue quien estuvo ahí por mi, cuando nadie más estaba y eso no lo podía quitar.
-Por que- Empezaba a decir cuando la callé.
-Tienes la razón, yo lo amo, pero ya es demasiado tarde- Sollocé y me tiré en sus brazos.
Era tan estúpida por haberlo dejado, al mejor chico del planeta, lo deje y lo hice sentir como si fuera un pedazo de basura.
-Llamalo, necesitas hacerlo antes de que te arrepientas- Dijo y me entrego mi celular el mano.
Sabía que tenia que hacerlo, así que con el celular en manos, muerta de nervios, marqué el número.
No va a responder decía una parte de mi, aunque la otra alegaba que sí lo haría.
-¿Bueno? _____ - Dijo y me estremecí.
-Si, Austin soy yo- Respondí no tan segura -¿Estas solo?
-Mmm, si ¿Por que?-
-Por que- Las palabras se congelaron en mi boca, no sabía que decir, que palabras usar.
-Mira, si vienes a decirme borracho otra vez, ahorrate la molestia-
-No, no es eso- Dije rápidamente -Es que te amo-
Hubo un gran silencio, no era incomodo, podía escuchar su respiración y como latía más fuerte su corazón.
-¿Me qué?
-Te amo Austin y soy una estúpida por haberte dejado, no te culpo si me superaste- Respondí al borde del llanto.
Ya no me amaba a mí, habiendo millones de chicas a sus pies para escoger, no me escogería a mi, teniendo a la mejor modelo, sabría que yo no estaría ni si quiera entre las opciones.
-¿Estas en tu casa?- Preguntó y le negue diciendo que estaba en casa de una tía, le pase la dirección y prometió recogerme.
Y colgó, así, sin decir "Yo también" o "Demasiado tarde", no dijo nada, solo dirección y adiós.
