Amar a una "Asperger" (Cracker x Amélie)

Capítulo XI

Amélie no puede dormir y eso que no hace mucho calor. Cracker tiene los ojos cerrados, ¿él estará dormido? Me siento incómoda, ya que no es mi cama ni tampoco mi casa; pero debo acostumbrarme a ello. No suelo ir a casas de desconocidos para dormir y Cracker es mi… ¿pareja? Me resulta difícil asimilarlo. Él me quiere. Me da mimos, me ronronea como un lindo gatito que quiere proteger a su gatita. Quiero acurrucarme a él para sentir su calor; pero mi cerebro no me deja. Mi discapacidad me lo impide. Es una estufa humana, puedo notarlo desde la corta distancia que tenemos ambos. El calor que emana no es nada normal y es agradable para mi gusto. Es un león, no hay explicación alguna. Mi mirada la tengo en su pecho bien formado y que dan ganas de acariciarlo. Mis pechos son blandas y suaves, ¿y las de él?

Estiro mi brazo para atreverme a tocarlo y me detengo por el camino con una mala idea en la cabeza. ¿Y si lo despierto? ¿Se enfadará? No quiero que se enfade conmigo. Lo retiro lentamente y me sobresalto al ver que se mueve, solo para acomodarse en la gran cama. Es blanda y calentita, huele a galletas como él. Huele a él. Galletas de avena horneadas en su punto. Vuelvo a estirar mi brazo posando mi mano en su pecho. Está duro como una roca. ¿Así es como se siente uno cuando entrena? Es raro el tacto y me atreví a tocarlo sin que él estuviera despierto. Mis dedos fríos descienden tocando sus abdominales. Parecen tabletas de chocolate bien formadas, cuadradas con el contorno redondo. Y está duro. ¿Se podrá morder? No lo sé porque nunca probé uno y no quiero despertarle.

Su respiración es suave y atrayente que cierro los párpados dejándome llevar por esa sensación. Y mis dedos se quedan quietos al llegar al borde de sus… ¿desde cuánto tiene calzoncillos? ¿Sus pantalones se desintegraron? ¿Al ser una estufa humana se desintegró? ¡Tiene poderes y no lo sabía! ¡Es la antorcha humana! A mí me gusta, es mi héroe favorito; pero no es comparable con Iron Man o como Batman. No tienen poderes y solo cuentan con su inteligencia y astucia, y a la maquinaria que crean. Él sigue durmiendo como oso grizzly que hiberna. Estoy tocando algo blando. Es raro, no sabía descifrar. La cara de Cracker parece cambiar, está haciendo muecas de incomodidad, o eso creo. La cosa blanda ahora se está poniendo dura como un diamante. Es muy extraño.

De repente, Cracker despierta dando un sonido ronco a lo que me estremezco y paro en seco. ¿Qué fue ese sonido de gato en celo? Me mira, nos miramos. Hay un silencio incómodo entre los dos. Mi cerebro está pensando en millón de cosas menos en lo que está pasando ahora.

—Amélie, ¿no puedes dormir? —pregunta suave. Yo lo capté, pero no supe responder.

—Cracker —estoy tensa—, toqué una cosa blanda y luego se puso dura.

Cierra de nuevo los ojos para seguir durmiendo; pero los abre con sorpresa y creo que está rojo. No lo sé porque todo está muy oscuro y no puedo ver gran cosa.

—Amélie —me llama—, como te lo explico —tartamudea, aclarándose la garganta—. ¿Sabes las diferencia que tiene un hombre de una mujer?

—Sí. Los hombres tienen el pecho plano mientras que las mujeres las tienen redondas y suaves. También las caderas son más pronunciadas en las mujeres que en los hombres. La voz de las mujeres es más suave y la de los hombres más grave. Las mujeres tienen un aparato sexual llamado vagina y el de los hombres se llama…

Y mi cerebro dejó de funcionar un momento cuando asimilo la palabra “pene” en mi mente. ¿Estoy tocando eso? Es raro y mi mano se mueve sola. Un gruñido ronco escucho por parte de Cracker que oculta su rostro debajo de la almohada. ¿Le duele? Aparto la mano no queriendo proseguir; sin embargo, él la toma nuevamente y lo coloca ahí.

—Se siente bien —dice suave muy cerca de mi oído.

—¿No te duele? —pregunto con duda.

—No, me gusta mucho. No pares, por favor —susurra para luego besar mi frente.