El circo

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Lo deduje, cuando se acercaba un circo, a la ciudad; hablé con mi hombre de arcilla; al despertar, y lo primero que me dijo era que estaba feliz, pero no me sabía decir porque.
Y, miraba al suelo; y nada,
Y sonreía, y nada, simplemente no sabía decir, porque estaba feliz,
Parecía tímido, al decirlo, esa sonrisa picarona,
cómo la que se tiene un niño, al decir, el nombre del niño que le gusta,
Pero, Decidí no preguntar el por que estaba así, pero decidí no preguntarle, al fin y al cabo; era como un niño,
Y no le quería arruinar la ilusión; por nada del mundo (Le había empezado a agarrar cierto cariño a este hombrecito); Ordené mis almohadas, bajé las escaleras; tomé la leche; y me fuí al colegio.

Este mundo, fabricado por mí.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora