Un amor Psicópata

Bar and Room

-A que no estuve genial ¿no es así Hikaru?- decía en la mesa donde se había sentado todos, y ahora dirigían la mirada a la menor del grupo

-ehm...yo creo que sí, estuvo bien, la gente realmente los ama y-

-Claro, todo lo que hace Alex está bien- interrumpió y alzó la voz Seulgi, mirando a alex provocativamente

-oh vamos, creo que estás muy borracha con sólo dos cervezas enteras y un vasito pequeño de whisky- comenta un amigo de Alex, haciendo que otros dos chicos que los acompañaban se rieran también

A Hikaru estos sujetos no les caía bien, encontraba que eran muy machistas, y no respetaban en nada a Seulgi ni a ella, pero Alex la amenazó en el auto con que se portara bien, tampoco diría algo ya que no quería repetir la misma escena del otro día en donde ella estaba casi toda ensangrentada por los golpes ocasionados por él

-Ya vuelvo- dice con su tono ligero y suave de voz, intentando pararse y pasar sin problemas

-mira cómo me provoca esta perra Alex ¿qué quieres que haga?- dice uno, poniendo nerviosa a la azabache, quien se apresura en pasar

-Quien diría que eres de todas formas un buen partido, eh?- pregunta con unos ojos de lujuria uno, tomandola por la cintura y haciendo que se sentara encima de él, lo que produce más nervios e intenta librarse de su agarre como puede

- oh no te muevas tanto pequeña, no quieres terminar teniendo sexo conmigo en la mesa- en eso hikaru sólo mira a Alex, que se dejaba llevar con los conqueteos de Seulgi, quien lo tomaba del brazo y le decía cosas al oído, las cuales sean probablemente, muy sexuales

-Suéltame, cerdo de mierda!- grita, ya agotando su paciencia y tirando su cabeza hacia atrás, produciendo que el otro obtuviera un fuerte golpe en la nariz y por consecuencia soltara a hikaru, quien intentaba forzosamente apresurarse para ir al baño

...

-que asco...que asco...que asco...-se repetía una y otra vez, mientras se afirmaba en el lavamanos del baño, pensaba en lo asqueroso que puede ser alguien, con quien ni siquiera conoce, además sabía la desventaja que corría, ya que apenas podía pararse bien sin las muletas y sin sentir un dolor de piernas horrible

en eso escucha la puerta principal abrirse, por lo que corre a uno de los baños y se encierra

era Alex

oh, mierda.

...

-Bien, se nota que mis amigos no te agradaron ni en lo más mínimo, Hika- habla con un tono seco, mientras seguía manejando de vuelta a casa

-No, no me agradaron...

-Por que te tocaron, es por eso?

-quién mierda no se sentiría mal si alguien que conoce por apenas dos segundos y además es machista, te toca?

-ellos no son machistas

-los escuchaste hablar acaso? no, porque estuviste todo el tiempo coqueteando y haciéndote el lindo con Seulgi- tras eso se produjo un ambiente tenso en el auto, Hikaru sabía que su temperamento no tenía que salir, ni su opinión completa tampoco

-bajate del auto, rápido- le ordena Alex, pero antes que Hikaru pudiese hacer algo, él la toma del hombro y la tira del auto, cerrándolo y entrandola a la casa a tirones de pelo

-sueltame! tú tampoco puedes hacerme esto! Alex!!- gritaba, rompiendo sus cuerdas vocales, sentía la angustia recorrerle el cuerpo de pies a cabeza, no sabía que era lo que le dolía más; si las piernas, el pelo, el hombro, o su corazón 

Al hacer de su agarre al suelo y las patadas más fuertes; el castaño la toma de la nuca y la estrella contra una pared, haciendo que al final quedara un poco inconsciente 

cuando su dolor de cabeza que la hacía ver algo borroso pasó, se dio cuenta que estaba encerrada en un lugar pequeño, sólo atinó a alzar un poco la voz, asustada, nerviosa.

-Alex! A...-poco tiempo después se da cuenta que ese lugar pequeño no era más que un clóset, el closet de alex

empezó a oír gemidos, cada vez más fuertes

abrió un poco la puerta, lo menos ruidoso posible

quedó estupefacta ante lo que sus ojos le dejaban ver

no podía creerlo del todo

y sus emociones tampoco podían expresarlo