Panic Room

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-esto no es real...estoy alucinando -pensaba hikaru, mientras su cuerpo tampoco reaccionaba a alejarse, cerrar la puerta o algo

estaba ahí

inmóvil

en blanco

sin saber que hacer ni pensar

poco tiempo después Alex logró lo que quería primero; llamar la atención de Hika

-bien, creo que tenemos una invitada también Seulgi

-ah, de qué hablas bebé, mhh~

-mira a tu izquierda- es ahí cuando la azabache reaccionó y se dio cuenta de que ambos involucrados la miraban ahora a ella; alex esbozando una sonrisa maliciosa y Seulgi con una cara entre confundimiento y desagrado

-que mierda hace esta perra aquí? -pregunta, mientras de a poco se va sentando en el colchón  junto a Alex

-shhh, es solamente una espectadora, no dirá ni hará nada, es como una muñeca; linda...pero con el tiempo se vuelve inútil- en eso el castaño se acerca a Seulgi y la besa, mientras que con su mano derecha masajeaba un seno de la chica, provocándole gemidos que a los oídos de Hika eran insoportables

no pasaron menos de dos segundos y Alex agarra el cuello de Seulgi con fuerza, haciendo que de a poco se le fuera el aire mientras ella se intentaba librar del agarre sin éxito

hikaru reconoció a este alex

era el de verdad

el que nadie conoce

el maniático

el psicópata

el asesino serial que la atrapó en este juego sucio

Sin haberlo notado antes, hika vió como la puerta que daba al sótano yacía entreabierta, por lo que a empujones y jaladas del pelo largo de la castaña, él fue llevandola hasta allá abajo, de la nada los gritos cesaron, y al intentar ver un poco, aparece su silueta en la oscuridad de la escalera

-vamos Hikaru- dice, sonriendo

-que mierda estás haciendo alex...

-oh babe, let's fun 

-esto está muy mal y lo sabes, por amor de dios alex, si aún te queda cordura, detente

-confiarás en mí?- pregunta, alzando su mano para que la tomara y así bajara con él

-no puedo hacerlo, no me haré partícipe de esto...pero...y si esta vez cambia?- se preguntaba ella, hasta que finalmente decide acompañarlo y bajar

-en un rato más despertará, no te preocupes

...

-Alex! Sácame de aquí!- gritaba Seulgi desesperadamente, al bajar las escaleras el castaño le ocasionó un golpe en las rodillas, sacándoselas de lugar, haciendo que su caminar fuera ultra doloroso y así no le permitiese subir las escaleras, en donde también la puerta yacía cerrada con llave

-la ves hika?- susurra en su oído y tomándole suavemente los hombros, quiere irse la pobrecita...mátala

-déjala ir, no tiene culpa de nada

-de nada? estás segura?

-sí

-sabes quien es; no?

-sí, es seulgi ¿no?- en eso decidió ir a conversar con ella pacíficamente, intentando calmarla y hacer cesar sus gritos de alguna forma, ya que les irritaba un poco

-Calma...oye, tranquila...yo pasé por lo mismo, pero ahora estamos juntas en es-

-no! no quiero saber ni tener que compartir más contigo

-pero...

-eres asquerosa! una mugre! me das asco, tu forma de ser, tu cuerpo, tu cara, todo!- esas palabras clavaron en una herida que hika nunca ha podido sanar; su inseguridad debido al constante bullying que sufrió en su niñez

-yo de verdad no quiero hacerte daño, pero tú tampoco me lo hagas a mí

-CALLATE MIERDA! PERRA! OJALÁ NUNCA HABERME TOPADO CONTIGO HIKARU KIM! APUESTO A QUE AÚN LE MUEVES ASÍ LA COLA A TU PADRE ¿NO? PROSTITUTA!

-...

-la recuerdas? ella no es más que una impostora Hika

-...Alice?- sus heridas más profundas fueron abiertas y corrompidas otra vez, no podía creer que la chica que más problemas le ocasionó estaba enfrente de ella

-perra estúpida- le escupió en su cara, pronto hika se dio media vuelta y caminó hasta el otro lado del sótano, agarrandose la cabeza con una mano y con la otra se mordía las uñas

"Alice, éramos amigas muy cercanas, yo te quería un montón y tú también lo demostrabas así para mí, me hice amigos de otras personas sabiendo que tú también tenías a los tuyos, empecé a ser reconocida académicamente y de la noche a la mañana me quitaste todo lo que me hacía apoyo moral...me quedé sin nada

me destruiste como quisiste, y luego te fuiste, sin decir perdón por tus injurias ni por el dolor que me ocasionaste a mí y a mis padres, ahora que hemos crecido y nos vimos las caras otra vez...volviste a fingir"

¿alguna vez ese cariño que me entregaste era real?

¿enserio reíste conmigo o solamente era una de tus tantas máscaras?

y ahora estás aquí, conmigo, en una habitación

tan vulnerable

tan indefensa

tan débil

tan frágil

tan tentable

Alex me abrazó por detrás efímeramente, me giró en vista a Alice, y puso un cuchillo en mi palma derecha con suma delicadeza, al igual que su voz

-hikaru...mátala.


Un amor PsicópataWhere stories live. Discover now