Bo Maylin.

0 0 0
                                    

Eyra y Kenji entraron al cuarto dónde Maylin estaba esperando. Maylin estaba emocionada jugando a la NES sin preocupación alguna, riendo y gritando de la emoción.

— ¡Hola! ¿Ya terminaron de discutir? Hasta acá se escuchaban los gritos de Keira. — Se acercó a Kenji con cara burlona — Se nota que tiene mucho temperamento para alguien de su tamaño.

— Eh, si, ya terminamos de discutir. — Dijo Kenji con voz seria. —Primero que nada, este monasterio es secreto, espero y sepas eso. Si quieres seguir aquí, necesitamos que nos digas exactamente quién eres y de dónde vienes.

— Ah cierto, perdona mi falta de modales. Me llamo Bo Maylin, vengo de la provincia de Neo Beijing. — Empezó a sacudir algo en su equipaje, que parecía un edificio de nylon. — Estas son mis armas, mi alabarda Yenni — Hizo un gran esfuerzo — Earthquake, mi gran mazo y por último, mi favorito, mi número uno — Hizo un
torpe movimiento, cayendo de forma graciosa. — ¡Ay! Eso no salió como lo planee… En fin, este es mi Bo Staff, capaz de derribar a un Death Trooper.

Ella lo mostró con entusiasmo. Eyra y Kenji se veían poco asombrados.

— En fin, ¿Podrías decirnos que haces aquí y porque te abalanzaste sobre mi hermana de semejante forma?

— Espera, ¿Keira es tu he-hermana? — Preguntó Maylin con asombro, sus ojos empezaron a brillar. — ¡Oh por Dios! Este día se vuelve mejor con cada segundo que pasa. Llegué a pensar que me habían ganado a Ken- ¿Hace calor o soy yo? — Comentó Maylin.

Eyra se mostraba desconcertada, desconfiada en realidad. Aunque sentía algo de curiosidad porque era la primera admiradora que conocía de su cuenta con 25 seguidores.

— Oye Maylin, ¿Cómo fue que llegaste a Japón si se supone que no
hay salida de Neo Beijing? — Preguntó Eyra con curiosidad genuina, aunque en su mente solo pensaba lo bien que se le veía su vestido en Maylin.

— ¡Cierto! Olvidé por completo esa parte, lo siento. — Maylin se levantó del desarreglado sillón y dejó por ahí el control de NES. Puso una cara seria y cerró sus ojos. — Neo Beijing es una provincia caótica. Las pandillas gobiernan las calles y parece no
existir la ley. Vivía en el distrito 1313, que era de los peores lugares para vivir, afortunadamente, mi familia era pacifista y repudiaban la violencia. Siempre soñé con aprender varias formas de arte como
la pintura y la escultura, pero esa clase de expresiones están prohibidas por allá. Antes de escapar de casa aprendí a usar estas armas por si alguien intentaba algo conmigo, han sido más que confiables. — Termino Maylin con una sonrisa.

—Entonces, ¿Has golpeado a varios malhechores con tus armas y todo eso? Impresionante. — Comentó Kenji. — Entonces veniste hasta acá para aprender… ¿Artes?

— ¡Si! Y terminé encontrando a mi más grande inspiración, y un monasterio en verdad hermoso — Agregó Maylin con gozo — ¡Keira en persona! Increíble.

—Solo soy Eyra, mucho gusto Maylin, me alegra saber que soy inspiración para alguien.

— ¿Qué sabes de los Death Troopers? — Interrumpió Kenji, mirando a Maylin directamente a los ojos.

—Oh, cierto, las ojalatas. — Replicó Maylin — Ellos son supuestamente las tropas de élite de Tiraspol, quienes los atacan son cazados y no logran sobrevivir, pero son solo mitos, he derrotado a varios de categoría babushka, los más débiles.

— ¿Supongo que aquel que golpeaste era de categoría bab-baba-babu-ba… Eso.

—Babushka. — Corrigió Maylin. — Son los más débiles. Y eso que golpeé no era un Death Trooper, era un policía normal, no hay de qué preocuparse.

De pronto golpearon la puerta. Apareció un soldado con una armadura brillante, negra como el carbón, con la insignia de un tigre.

Human RenaissanceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora