Capitulo 2

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-Soy Tamara Smith, un gusto conocerte- era un gusto y a la vez no.

-Ahora ya nos conocemos- tuvo una sonrisa pícara, que me hizo sonreir.

-Una cosa es, saber tu nombre, una muy diferente es conocerte-tenía un sentimiento de que podía confiar en él, pero quería saber más.

-Bueno. Vivo con mi padre, mi madre murió hace 2 años, tengo un hermano mayor, se llama Claudio, amo a los perros y voy a asistir a l secundaria Alamo Rick- buen resumen además va a estudiar en la misma secundaria que yo, siento que puedo desquitarme con él

-Iremos a la misma secundaria-una sonrisa de tristeza se asomó en mi cara, pero en la suya, era una de felicidad.

-Sí!-dijo emocionado-podemos ir juntos..-lo corte rápidamente

-NO!-casi grite-prefiero que nos veamos allá, si eso-sería mejor, así todos lo pondrían al día de cómo hacerme daño y cuanto lo disfrutaban.

-Bueno, pero no te me escapes-no te preocupes, que antes de que eso suceda, ya estarás huyendo de mí-porque has intentado suicidarte?

-Preguntarlo parece fácil, pero cuando la respuesta es difícil que todo se te atraganta, que haces?-mi mirada reflejaba el dolor, solo eso, dolor

-Si es difícil y crees que cortarte o suicidarte es mejor, que contar tus problemas y desahogarte, vas mal-tenía razón, pero yo tengo otras cosas.

-No tengo con quien-mis lágrimas se asomaban

-Todos tenemos a alguien-no me entiende

-Pues me puedo excluir de "todos"-afirme-no tengo amigos, mis padres me odian y mi pequeña hermana ya tiene suficientes problemas como para cargarla con los míos, estoy sola, sola contra todos- ya no podía más, mis lágrimas caían solas y mis fuerzas se acabaron él se acercó y me abrazó, aunque por un minuto sentí que mi mundo brillaba

-Ya no lo estás, me escuchas, no lo estas. Aquí estoy yo, para ayudarte, para escucharte y aconsejarte- apretó más su abrazo, nuestro abrazo-yo estaré aquí cuando quieras cortarte, cuando creas que el mundo te odia, yo estaré aquí.

-No prometas algo que puedas romper-mis palabras salieron sin aviso, poniéndome a la defensiva – puedes estar "siempre" para mí, pero habrá un momento en el que te vayas y vuelvas a tú mundo y yo caiga- voté más lágrimas.-quien estará ahí para mí?

-Sabes que lo intentaré, haré hasta lo imposible porque eso no pase-soltó nuestro enlace y me sentí vacía otra vez- escúchame bien, cada corte que te hagas, será como hacérmelo a mí.

-Deja de decir cosas como si me conocieras de toda la vida-exploté- tus palabras duelen, duele porque sé que en algún momento te alejarás y sufriré

-Tamara, yo

El doctor entro a mí habitación, cortando así lo que iba a decir.

-Bueno, bueno-dijo revisando unos papeles-Tamara, estas bien-"claro que no" pensé- te daré unas pastillas y cremas para los cortes

-Gracias-fue lo único que atreví a decir

-Disculpe señor Lerman, pero tendrá que salir, ella necesita reposo- con esto terminó y se fue.

-Tamara, vendré por ti mañana-se levantó, plantó un beso en mi frente y se fue

Mi cabeza daba vueltas y no podía dormir, quería saber qué tipo de broma era esta. De la noche a la mañana no podía aparecer alguien que quisiera ayudare con esos pensamientos, quise dormir, pero la idea de que Logan solo estuviera aquí por un compromiso de alguien más, me dolía

Qué tal si mañana despertaba y no era a Logan a quien veía sino a mis padres enojados, queriendo matarme, si llegaba al colegio y me empezaba a insultar no podría con eso, intentaría suicidarme, esta vez sin que nadie me interrumpa, queriendo lograr mi objetivo.

Entonces esos recuerdos de cuando era niña y Logan también y estábamos en un parque vinieron a mi cabeza

-Mami, mami, alguien me tiró arena a la cara!- le llore a mi madre, pero ella ni se inmuto de su revista, luego de un par de minutos

-Te lo mereces por fea, si no molestarás a los niños, no te harían nada

-Pero mami, yo solo estaba jugando

-Hay que niña más terca, sigue jugando, dentro de una hora nos vamos, apura

-Pero... está bien

Me fui corriendo aún llorando, como era posible que mi propia madre me insultará y no me defendiera, era eso un buen ejemplo de madre?. Seguí corriendo hasta llegar a la montaña, hasta arriba estaban los columpios, usualmente estaban los mayores, pero sin importarme quería gozar de mi última hora.

Una vez hasta arriba agarré un columpio celeste y comencé a mecerme suavemente. , pero unos brazos en mi espalda, hicieron que mi impulso fuera mucho más fuerte, causándome un miedo terrible

-NOO, PARA, por favor

-Niña llorona, fea, nadie te quiere- dejaron de mecerme, pero seguía en alto vuelo

Salté del columpio aterrizando en la arena raspándome un poco, y cuando levante la mirada, ahí estaban, unos los, azul verdoso, ni siquiera tropezaron en los míos, pero yo lo tenía bien fijo. Seguí admirándolo, hasta que el grito de mi mamá enojada me despertó del trance, me sacudí un poco y corrí donde ella

-Hay mira esas fachas niña, no puedo dejarte sola un instante- más todo instante.

Después de eso al llegar a casa, mi padre se enojó, también ese día fue la primera vez que mi papá me pegó.

De una forma u otra deseaba que Logan me recordase, pero obvio que no, la única que miraba perpleja era yo, cerré mis ojos queriendo dejarme a los ojos de Morfeo

************************sueño**********

Y ahí me encontraba otra vez, sola en un agujero oscuro y sin salida, mis lágrimas ganando mis pensamientos y otra vez los recuerdos de un mundo mejor sin mí. Me puse a recorrer el ya tan conocido agujero negro y encontré una navaja, mi solución, la tomé y la puse contra mi brazo, haciendo presión, pero los ojos azul verdoso y la cabellera oscura., vinieron a mi mente, pensando que esta no era la solución.

Pero los problemas, el odio, mis pensamientos pudieron más y me encontraba muriendo en mis sueños, como desearía que fuera real

I Want To DieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora