♥Kacchako Week - One-shots♥

Día 7: Fantasy.

Las frases con asterisco las puedes encontrar al final traducidas al español uwu

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Libro tras libro fue leído en cada biblioteca del lugar, no encontró la solución que necesitaba. La castaña no quería rendirse, no todavía, sabía que habría alguna manera de evitar que pasara, no quería perderle.

Salió de la biblioteca, necesitaba más lugares, tal vez en otros países o en ciudades vecinas, incluso alguien con más experiencia que ella, alguna solución debía existir.

─ ¿Uraraka-san? ─ La maga levantó su vista para toparse con el rostro de su mejor amigo.

─ Hola, Deku-kun.

─ ¿Pasó algo? Te ves algo decaída.

─ No, es solo que no logro encontrar un hechizo que ando buscando, eso es todo.

─ ¿Es importante? Podría ayudarte a buscar, ¿para qué lo necesitas?

─ No te preocupes, en serio.

─ En serio te ayudaré, dímelo. ─ Por más insistiera no sabía bien si era un hechizo o una poción, ni siquiera sabía si existía una solución a lo que buscaba.

─ "Me paenitet, non possum dicere*."

─ ¿Dónde puedo empezar a buscar?

─ ¿Lo memorizaste? Me sorprendes, Deku-kun... Podrías buscar en libros de magia, ya revisé en la biblioteca central, si quieres revisar en las demás.

─ Lo haré, te diré cuando encuentre algo.

─ Sí, gracias, y por cierto, iré a una misión hoy, volveré en unos días.  ─ El peli verde le sonrió mientras asentía luego de eso se fue. ─ Lo siento, Deku-kun... ─ La verdad era que lo que le dijo no era un hechizo o algo similar, eran unas simples palabras en latín, había jurado no decir nada y ella no rompería su promesa, se disculparía después con su mejor amigo por mentirle así, aunque ella sabía que no le tomaría mucho tiempo descubrir que no era un hechizo.

[...]

Caminó durante casi una hora, se encontraba en el comienzo de una gran montaña..

─ "Decrypts codes et dirimit gravitas meum**." ─ Golpeó su bastón contra el suelo, fue llevada hasta la cima, siendo dejada en la entrada de una cueva, las castaña ingresó, el rubio se encontraba sentado contra una de las paredes, la castaña se sentó a su lado y apoyó su cabeza en el hombro de él. ─ ¿Cómo sigues?

─ Estoy volviéndome loco... ¿No encontraste nada?

─ No... Iré a la capital, le preguntaré a la maga más poderosa que conozco, tal vez ella conozca una solución.  ─ El rubio y la castaña acostumbraban ir a misiones para estar un rato lejos de sus amigos y tener un tiempo ellos solos, no era muy normal ver al príncipe de los dragones llevarse bien con alguien que no fuera un dragón o su mejor amigo, pero por alguna razón estaba en una relación con la chica a su lado.

Cuando un príncipe de los dragones está por convertirse en rey su poder incrementa en grandes cantidades y el rubio no quería asumir la responsabilidad, o por lo menos no todavía, quería pasar más tiempo al lado de su novia, pero el poder ya no podía ser almacenado en su cuerpo y eso termina volviendo locos a los príncipes o princesas, es por eso que suelen ser tan malhumorados o como muchos piensan seres llenos de maldad que solo buscan su bien. La castaña buscaba un hechizo que pudiera ayudar, ya sea uno que haga que su cuerpo pueda almacenar más poder o uno que pueda eliminar parte de este, pero ella no sabía que tan posible era eso. Hace un mes fue cuando empezó todo, el rubio en algunas ocasiones no era capaz de controlar sus ataques, no podía pensar bien, empezó a sentir miedo de lastimar a su pareja por no poder controlarse, al contarle eso la castaña se preocupó mucho por él, a logrado mantenerlo a raya por algún que otro hechizo de sanación que logra tranquilizarlo, pero ya casi no están surgiendo efecto.