I: Volinia.

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Cualquiera diría que ese pequeño niño de mejillas regordetas y ojos felinos era feliz con lo poco que poseía en aquel pequeño pueblo que habitaba en Volinia uno de los óblast de Ucrania que se limitaba con Rusia y Polonia. En ese pequeño pueblo vivían en "paz" diferentes tipos de criaturas místicas que los libros describen con tanto esmero para que curiosos pudieran hacerse una idea de lo que los rodea. Entre esas especies habían licantropos, elfos, fénix, brujos e incluso ghouls. Aquellas criaturas a simple vista era igual que un humano, pero albergaba una sección bastante oscura, pues eran sirvientes de los demonios, eran seres creados para alimentarse de humanos y controlar un poco el hecho de la sobre población de estos en el planeta. Sin embargo, no era la única característica que poseían, los ghouls desde pequeños adquerian una parte extra en su cuerpo llamada "kagune" la cual les servia como arma y escudo, así también existen diferentes tipos y categorías de estos, siendo el de categoría "Ukaku" y tipo "Pluma brillante" el kagune que poseía nuestro pequeño protagonista.

En agosto de 1996 se escuchaban las risotadas y la música venir desde el bar del pueblo, la madre Alex era una de las encargadas de la barra, que se rompía la espalda día y gran parte de la noche trabajando con tal de tener unas monedas con las cuales sobrevivir al lado de su mejor amiga en la pequeña cabaña que poseían en los limites de Volinia. Ése día había algo diferente en el lugar, los soldados Ucranianos que cuidaban la frontera habían terminado su turno y antes de volver a la base central en la capital decidieron pasar a celebrar el inicio de sus vacaciones en el bar, allí fue donde uno de los cabos, se fijó en la pelirroja que con una mirada cansada les entregaba la mejor de sus sonrisas al atenderlos, sus ojos marrones le parecían tan absorbentes que no podía despegar su vista de ellos y era algo que se repetía desde que hace seis meses, el primer día que había puesto un píe en el pueblo y que por casualidades de la vida se había encontrado con la joven de piel lechosa. 

Esa noche la esperó, no volvería a la capital sin antes haberle dado por lo menos un beso en esas tiernas y regordetas mejillas, mas, terminaron por darse caricias y sonrisas en la pequeña cabaña de la mujer, donde las risas terminaron por ser calladas por besos y las palabras reemplazadas por jadeos causados por placer en el roce de los cuerpos desnudos, aquel día ambos se confesaron, pero no solo sus sentimientos salieron a la luz, sino también ese gen que los diferenciaba de todos y los condenaba a ser perseguidos, ambos eran ghouls y a pesar del temor de ser descubiertos y aniquilados por la maldad que ahora poseía la raza humana, unieron sus almas en un beso de amor. Ella despertó sola por la mañana, con una nota de amor acompañándola en la habitación con un pequeño ramo de flores, el prometió que volvería por ella y se irían juntos a algún lugar donde formaría su linda familia, sin temor de ser perseguidos, ella prometió que lo esperaría bajo cualquier costo, sin importar cuanto tardara, porque lo amaba. Sin embargo, siempre hay un pero. No pasó mucho tiempo cuando comenzó con mareos y vómitos, pensó que solo se traba de un simple virus, pero los síntomas siguieron y con ellos se agregó cierta ansiedad, su apetito aumentaba y se veía obligada en salir a cazar por las noches a los borrachos perdidos en el bosque o incluso soldados que bajaban la guardia, por mucha carne humana que comiera, comenzaba a no saciarse y su vientre a crecer, visitó al viejo del pueblo el cual resultaba ser un fénix, pidió consejos para calmar su apetito, pues de lo contrario podría ser descubierta, pero fue el mismo anciano quien le mencionó que no se trataba de simple ansiedad que le hacia sentir tanta gula, sino que por el contrario se debía a que estaba esperando un bebé y que debido a eso tendría que tener aún más cuidado pues si perdía su centro o se dejaba llevar por la gula estaría condenándose a ella y a su bebé.

Durante ese periodo comenzó a limitarse a comer lo necesario y a darse pequeños gustos de vez en cuando, debía de esconder su embarazo pues de lo contrario sería acusada de  adulterio y condenada a ser lapidada por todos en el pueblo, claramente no quería eso, tenía tanto miedo que cada noche escribía una carta a su amado, las cuales jamás envió. En las primeras relataba el como llevaba su embarazo, que lo esperaba y que realmente lo extrañaba bastante, En las siguientes hablaba del miedo que sentía, que debía de esconder su panza debajo del delantal y que había renunciado a su trabajo en el bar porque la esposa del dueño había comenzado a preguntarle si estaba embarazada. Junto a su mejor amiga había hecho un pequeño huerto junto a la casa y vendían por las calles del pueblo sus vegetales y flores, la panza ya comenzaba a notarse por debajo del delantal cuando dejó de ir al pueblo y las contracciones le impidieron bajarse de la cama. Fue así como un 26 de Marzo entre la potente tormenta que sacudía el pueblo nació un pequeño niño de ojos felinos como los de su padre y piel lechosa como la de su madre, recibió el nombre de Alexanther Shaforostov y en cuanto se escuchó su primer sollozo la vida le forjo su destino, teniendo de forma muy recalcada los altos y bajos que tendría.

¿Qué es el amor?Where stories live. Discover now