- Capítulo 1 -

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La preparatoria, un lugar donde puedes experimentar un sinfín de cosas memorables: no solo porque probablemente sean los últimos años que pases conviviendo día con día con tus mejores amigos de hace años; sino porque aparte estás en una etapa en donde tu vida se ve mezclada entre la adultez y tu adolescencia: donde comienzas a preguntarte quien eres como persona, qué es lo que en realidad te apasiona, y si puedes vivir de eso por el resto de tu vida.

Irónico, que aunque apenas hayas comenzado a percibir lo cruda que es la realidad, sigues siendo un niño por dentro; con dificultad para mantener tu atención, con el deseo de jugar videojuegos todo el día, de dormir donde sea simplemente porque estás cansado...

Un niño que aún se queda mirando fijamente la trayectoria de las manecillas del reloj sobre el pizarrón, esperando que por obra de magia éstas se muevan más rápido y terminen el martirio de estar escuchando a la monótona voz del profesor de biología un lunes por la mañana.

— Estoy a nada de quedarme dormido —comentó un pelirrojo, luchando por mantener sus ojos abiertos.

Fox; un chico alto de cabellos rojos, quien tenía una actitud un poco fuerte a diferencia del resto de sus amigos

— Bonnie ya se adelantó —murmuró uno de ellos, Freddy, quien se sentaba junto a él, señalando con la mirada a un chico de cabello color morado, quien reposaba su cabeza sobre su pupitre, lo cual hizo que Fox soltara una pequeña risa—. Aguanta un poco, solo quedan cinco minutos.

¿Quién hubiera pensado que la voz de un señor de aproximadamente unos cuarenta años serviría mejor para el sueño que cualquier pastilla de Melatonina del mercado?

Sin duda un descubrimiento gracioso.

Los minutos finalmente pasaron, liberándolos de esa prisión del sueño en la que estaban todos los estudiantes.

Bueno, casi todos—: ¡No me lo puedo creer! —exclamó una rubia cerca de ellos, eufórica— ¡Es la primera vez que tendremos clase libre!

Los chicos la miraron confundidos por unos segundos, sorprendidos por su enérgica actitud.

— Menos mal —suspiró Fox, tallando sus ojos—. No creía poder aguantar otra hora con este sueño —sus mirada se enfocó ahora en su mejor amigo, el dormilón—. ¿No deberíamos despertarle?

Trataron de regresarle la vida a su amigo un par de veces, quien entre cada intento solo murmuraba "cinco minutos más" con una voz adormilada y volvía a su pose original. Parecía que nada sería capaz para despertarlo, sin embargo, un estruendo proveniente de la parte de atrás del aula finalmente lo logró.

— ¿Qué está pasando? —preguntó el chico, soltando un bostezo en el proceso.

— Parece que esos dos se están peleando... —respondió Freddy mirando la escena— ¿Que hizo ese ruido?

En primera instancia creyeron que tal vez habían hecho una maniobra como las que hacían en la Lucha Libre, de esas donde avientan una silla sobre la cabeza del otro luchador o algo por el estilo. Sin embargo, al inspeccionar mejor la escena, se percataron de que la fuente de dicho ruido había sido ocasionada por el impacto de una chica y su asiento que dieron contra el suelo.

— Han tirado a esa chica de su sitio... —describió Bonnie— ¿Deberíamos ayudarle?

Todos se miraron entre ellos, un poco escépticos— Si, tal vez debamos hacerlo... —murmuró el castaño.

— ¿Y si nos atacan a nosotros?

Exceptuando a Fox, ninguno del grupo poseía un físico lo suficientemente intimidante como para evitar que cualquier pensamiento de violencia que estaban entre esos chicos furiosos fueran re-dirigidos hacia ellos en forma de un par de puñetazos a la cara, por lo que intentar meterse en una pelea en la que claramente no deberían estar involucrados era bastante riesgoso.

Un Amor por Accidente ||Fox x tu||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora