capítulo 1

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POV VALENTINA

Si hace 6 meses me hubieras dicho que mi perfecta vida, mi perfecto marido, mi perfecta casa y todas esas cosas que habían a mi alrededor se iban a esfumar me habría reído en tu cara.

Justo como Lucho se está riendo de mí ahora en el juzgado, haciéndome sentir la peor de las basuras y un ser que no vale absolutamente nada.

Lucho es mi marido, o bueno lo fue por los últimos 10 años, aún me cuesta utilizar ciertos verbos en pasado.

El y yo nos conocimos en el colegio a la edad de 15 años y nos hicimos novios casi enseguida, después los dos juntos cursamos la misma carrera de derecho y nos casamos mucho antes de lo que hubiéramos pensado, pero nuestras familias nos apoyaban y había amor o al menos eso creía yo hasta hace poco.

Después de obtener los mismos títulos graduandonos con honores él consiguió un muy buen trabajo y yo simplemente me dediqué a ser la esposa perfecta para construir lo que siempre planeamos, una vida juntos y eso hicimos por los últimos 10 años.

Fue hace poco menos de 6 meses justo antes de Navidad que decidí hacerle una sorpresa y vaya que si la sorprendida fui yo al encontrarme a su secretaria la jovencisima Nayeli sentada en sus piernas y enfrascados en un apasionado beso, un beso que ni siquiera recuerdo alguna vez Lucho y yo nos hayamos dado.

De más está decir que apartir de ese día toda mi vida cambio y todo lo que había en ella se fue al carajo.

Lucho me dijo que hacía mucho tiempo había dejado de amarme y que su secretaria solo era un plus pero que realmente lo que él quería era ser libre.

Si, así lo dijo con descaro y sin una pizca de arrepentimiento.

Asi es que una vez descubierto y sin ningún tipo de respeto hacia lo que fue nuestro matrimonio me exigió irme de su casa, ya saben porque todo lo que había en ella era de él aunque tuvo la amabilidad de permitirme quedar el resto del mes.

Después de esos bochornosos acontecimientos tuve que salir a buscar trabajo y aunque tengo un título no es fácil conseguir algo bueno cuando a tus 28 años no has trabajado ni un día en tu vida.

Lucho es un prestigioso, exitoso y poderoso abogado que después de graduarnos empezo a trabajar e hizo una maestría en negocios, mientras a su lado yo era su increíble y perfecta esposa que se dedicaba a ser una gran ama de casa.

Siempre estuve muy orgullosa del gran hombre con el que me casé y pensé que ese sentimiento era igual  de el hacia mi pero estaba muy equivocada.

Estuve viviendo en un asqueroso hotel por casi 3 meses, en la peor zona de la ciudad mientras hacia una o dos comidas al día para intentar llegar a fin de mes, hasta que pude encontrar  un trabajo de 12 horas que me pagara lo suficiente para tener un pequeño apartamento de una sola pieza en un barrio un poco más decente.

Y si está no era la vida a la que yo estaba acostumbrada.

Conseguí trabajo en un lugar llamado "Londres" su dueña una señora de unos 70 años con una muy buena actitud y un gran don para escuchar me atendió después de haberle pedido el café más cargado que tuviera, ella me pidió permiso para acompañarme en el que había sido un día especialmente difícil para mí. De sobra está decir que al otro día ella me estaba enseñando lo que sería mi trabajo en dicho local.

Por fin hoy fue el último día en el juzgado, a partir de hoy soy oficialmente soltera o divorciada aunque a mí me gusta un poco más el primero.

Y aunque Lucho y yo nos casamos por bienes mancomunados él se las arregló para que la decisión final del juez fuera a su favor quedándose prácticamente con todo...TODO

Se quedo con la casa, la casa de verano, los coches y ya ni hablar de nuestro dinero, mejor dicho su dinero.

Lo único bueno de todo esto es que Lucho años atrás me confeso que era estéril por lo cual no tenemos hijos y es una bendición en este momento porque de haberlos tenido estoy segura que también habría conseguido quedarse con ellos, y sé que puedo vivir sin todas esas cosas materiales pero no podría vivir sin mis hijos en caso de haberlos tenido con él.

Puedo decir con toda seguridad que estoy feliz de que todo esto haya terminado al fin.

Y bueno aquí estoy con la señora Nora la dueña del restaurante dejándome convencer de esta locura, ella es mi única amiga y un inmenso apoyo para mí, ya que los que se decían mis amigos en realidad eran amigos de Lucho y una vez que yo salí de su vida estos "amigos" salieron de la mía.

La señora Nora ganó un boleto para un crucero de esos con todos los gastos pagados durante una semana por las Bahamas, pueden creer que en todos estos años Lucho jamás me llevo a unas vacaciones así, lo más que hacíamos era ir a disfrutar algún fin de semana en la casa de verano y hace más de 2 años ya ni siquiera ahí íbamos.

Intenté con todas mi fuerzas negarme a que me regalara su boleto, insistí en que ella era quien se lo merecía pero la señora Nora no me hizo caso, le dije que las Bahamas sonaba a un lugar para estar en pareja y ella me dijo que tal vez ahí podría encontrar una, por supuesto no estoy interesada en ello.

Nora sabe que no puedo volver a enamorarme tan pronto es más ni siquiera creo que pueda olvidarlo así que encontrar a alguien más es mucho más dificil. Quiero decir, él es todo lo que he conocido como esposo y amante en los últimos diez años.

Él es mi primero, mi último, y mi único.

Es triste y patético lo se, pero así es como va la vida cuando estás tan enamorada y tan segura de que has encontrado a la persona con la que crees que envejecerás tomada de la mano.

Incluso después de todo lo que me ha hecho, una parte de mí aún lo ama. Quiero decir, él es ... fue todo para mí estos últimos diez años y no hablo romance o pasión más bien yo hablo de compañía de esa convivencia diaria.

Los últimos dos años, incluso antes de Nayeli, casi nunca hicimos el amor, y cuando lo haciamos, no era ni de cerca de lo que solía ser. Solía ​​prenderme solo con el tacto de su mano contra mi piel ...

No sé qué pasó, pero todo se vino abajo.

Me culpo de todo a mi, me dijo que había perdido el interés porque yo no lo satisfacía como era debido, que yo solo esperaba recibir todo de él, que jamás tuve la iniciativa y por supuesto que ya no le provocaba ningún tipo de deseo...

Ahora que lo pienso, estoy empezando a no extrañarlo tanto.

Bueno, ya casi es hora de que me vaya. El barco zarpara pronto, y de verdad no quiero perdérmelo o alguien se decepcionaría de mí y es algo que no deseo.

Empiezo a creer que esto es algo que realmente necesito y quién sabe. Tal vez encuentre esa pequeña alegría y diversión que he estado necesitando para superar esto.

Incluso aunque sea solo por una semana. Quizás encuentre esa paz interior que me de la fuerza para encontrarme y hacer un nuevo comienzo en esta particular nueva vida.

Va por ti Nora

Contigo... siempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora