Capítulo 48. Espía

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Dionisio no lo podía creer, Gerardo Salgado otra vez:

D: -apretaba la mandíbula con fuerza en clara expresión de celos- Abre la puerta Pedro ahora
P: Señor será mejor que se calme, hacerle una escena de celos a la señora Victoria no va a mejor su situación con ella
D: -penso en las palabras de Pedro- está bien pero quiero que los sigas
P: Que? no no señor
D: obedece Pedro

El coche de Gerardo llegó y caballerosamente le abrió la puerta a victoria. Gerardo arranco su auto y manejo hacia un restaurante, Pedro por órdenes de dionisio los seguía:

*Hospital*

Ricardo se encontraba un poco más recuperado pero aún débil:

F: cual jugamos primero (refiriéndose a un juego de mesa)
C: mm no se, cual prefieres Ricardo?
R: solo puedo usar una mano
F: deacuerdo
R: necesito hablar con victoria
C: ella estuvo aquí anoche hasta que el doctor dijo que ya estabas fuera de peligro
R: estuvo aquí?
F: si, porque te sorprende?
R: pues con lo que pasó con papá
C: bueno... el ambiente estaba muy tenso
F: si, pero apesar de eso... cuando dionisio se puso como loco que quería entrar al quirófano, mi mamá se acercó a él y lo tranquilizo después se dieron un abrazo pero fuera de eso no pasó nada más entre ellos.
R: por eso quiero hablar con victoria, todo fue un plan de Isadora para separar a papá de ella.
C: Lo sabemos hermano y tanto Fer cómo yo le creemos a él.
F: así es, mi mamá tarde o temprano terminara escuchándolo
R: si pero si yo hablo con ella, seguro así hablara pronto con Diónisio
F: ella vendrá más tarde

*Restaurante*

Gerardo y Victoria entraron al restaurante, mientras Pedro se estacionó frente a este:

D: tenemos que entrar -dijo decidido-
P: que? no dionisio, ya te lo dije si le haces una escena de celos complicaras las cosas
D: quiero ver qué pasa entre MI mujer y ese tipo, mira... esto es lo que haremos
P: perdón, haremos?
D: sii porque tú vas a entrar conmigo y me vas a ayudar
P: estás loco, lo mejor será que vayamos a la casa, como a vas a entrar al restaurante con la ropa manchada de sangre.
D: -no se acordaba que recién venían del hospital- pero se supone que en la camioneta siempre debe haber una maleta con mi ropa, así que que esperas para traerla -dijo con una sonrisa-
P: está bien pero después no dijas que no te lo advertí -fue por la maleta a la cajuela-
D: Prepárate Gerardo Salgado porque no te voy a permitir que seduscas a mi mujer

Victoria y Gerardo ya estaban en una mesa:

V: gracias por la invitación Gerardo -trataba de disimular su tristeza y el dolor en su corazon-
G: no tienes nada que agradecer victoria, soy yo quien te agradece que hayas aceptado... quiero que pasemos un comida agradable, yo te prometo no preguntarte nada sobre tus problemas y... tú me prometes que trataras de olvidarlos al menos lo que dure la comida, que dices
V: -sonrio- está bien Gerardo trataré
G: bien -le guiñó un ojo-

Dionisio se cambió lo más rápido posible un pantalón de mezclilla y una camisa con las mangas remangadas hasta los codos, le dijo a Pedro que se quitará el saco, y ambos usaban una gorra y lentes obscuros. Entraron al restaurante, de inmediato lograron ver la mesa de victoria y buscaron una de dónde tuvieran una vista directa a la mesa.

Mesero: buenas tardes
D: buenas tardes (Pedro se sentó frente a él para que victoria no logrará verlo)
Mesero: aquí les dejo el menú en un momento les tomo la orden
P: gracias joven... Dionisio esto es una locura
D: mira nada más, ese tipo se la pasa riéndose con victoria -decia serio pero celoso a la vez- y todavía la toma de la mano
P: solo son amigos
D: amigos... primero Robledo y ahora este imbécil
P: Que vas a lograr con esto?
D: solo quiero cerciorarme que Salgado no se atreva a besar a MI mujer

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