16°"Perdóname"

2.1K 132 3
                                    

Narra Emilio:

Lo seguía abrazando hasta que le di un beso, un gran y rico beso. Al cual él me respondió.
Ya ni sentía la lluvia de lo feliz y alegre que me sentía.
Rápidamente me separe de él y lo tome del brazo para después decirle.
— Vamos a casa!.. — pero.. — dijo nervioso.
Yo comencé a correr tomándolo del brazo, el también me seguía pero gritaba, talves porque voy muy rápido. Es increíble verlo suplicando que pare..
Ya no faltaba nada para llegar y entonces Joaco se solto.
Y se detuvo a respirar poniendo sus manos en sus rodillas
Es evidente que ya se había cansado, pero no pienso dejarlo aquí en la lluvia. Así que decidí tomarlo de la sintura para después cargarlo y seguir corriendo
— Emilio, Emilio!! Espera.. — dijo pataleando
Yo solo reía ignorando lo.
Una vez que llegue abri la puerta y rápidamente la cerré bajando a Joaco.
Ambos tomamos aire para después vernos..
— Joaquín.. — dije viéndolo de arriba a bajo.
Como es tan jodidamente sexy y atractivo, su ropa estaba totalmente empapada haciendo que se trasparentara todo, su cabello tan dulcemente suave y mojado esos ojos tan profundos y brillantes como es que pude provocarme tan rápido.
Yo me acerque a él tratando de darle un beso pero el me apartó para decirme.
— Emilio.. Creo, que tenemos que hablar.. Sobre — dijo viendo la carta.

Es verdad lo había olvidado, la Carta..
Supongo que de tanta presión por encontrarlo y felicidad que me dio por volver a verlo hizo que lo olvidará..
La sonrisa que tenía y felicidad incluyendo se me quitaron para después hacer una cara totalmente sería.

Yo retrocedi un poco más para luego cruzar los brazos y decirle.
— te escucho..

Él hizo una cara de tristeza y preocupación para luego mirarme.
Joaco.. De sus ojos comenzaron a salir lágrimas, sus mejillas estaban totalmente rojas y sus labios temblaban.
— Per, perdón... — llorando

Maldición me duele tanto ver a Joaquín llorar, tengo ganas de abrazarlo, besarlo..
Pero supongo que no debo, hasta que me diga.. Tengo que ser frío en este momento.

— ¿crees que con un perdón es suficiente?, Joaquín!.. Leí la Carta, ¿pensabas alejarte de mí?.. — decepcionado.

— Que!, no, es que.. — aún llorando.
— entonces!?, sabes que entre en desesperación, tenía miedo..
Y por más que repasaba y repasaba la Carta no logró entender.. Esperando que cuando saliera del Hospital mi novio, el amor de mi  vida estuviera esperandome con hacías y que!.. No, eso no pasó.. — molesto.

Joaquín solo seguía llorando cada vez más intenso..
Una vez que se tranquilizó me miro fijamente y me dijo.

— sé.. Se que no tienes la culpa, no tu no la tienes..
— tampoco tu!!, la Carta decía que era por tu culpa.. Pero no es verdad!!.. — dije interrumpido lo.

— lo sé, lo sé.. Me equivoques en muchas cosas al hacer esa carta..

— Joaquín.. — dije acercando me a él. — No eres tonto, ni incrédulo ni nada de lo que dijiste, eres valiente y muy fuerte.
Puedo decir que incluso hasta más que yo, no habló de quien es más fuerte porque obvio yo te ganó.. Habló de que eres capaz de hacer muchas cosas, metas.
Eres muy fuerte y creeme que no me necesitas para demostrar lo.
Nadie tiene porque defenderte por algo que tu puedes hacer.

Más que valiente y fuerte eres único, por eso me encantas y si te sentias deprimido por lo que pasó aquella noche era obvio que ahí si, no me pensaba en dejar a ese tipo así como así..

Joaquín me sonrió y dijo.
— pero.. Fui incrédulo al pensar..
— Joaquín, amor todo el mundo comete errores y de ellos aprende, no por eso eres incrédulo. La vida de eso se trata si te caes tienes que levantarte y seguir luchando.
Y para mi nunca, oye me bien, nunca serás parte de un futuro en un hospital.
Y no te preocupes por eso yo estoy y estaré bien, siempre y cuando sea contigo.. — dije sonriendo le.

Joaquín me miro y también sonrió para luego abrazarme y decirme.
— Perdóname.. Porfavor, nunca quize hacer esa carta, solo quería que tu fueras feliz.

— ¿y creés que sería feliz sin el amor de mi vida?

— Perdón, enserio perdoname.. — aun abrazandome

— No tienes porque, Solo si quiero que me prometas algo.. — dije tomándolo de los hombros.

— ¿que cosa?.. — nervioso.

— Prometeme que nunca, NUNCA me vas a dejar, eres mío Joaquín.. Oíste!! ERES SOLO MÍO!!.. — tomándolo de la sintura.

Joaquín no tardo para que se sonrojara lo cual me encanta porque parece como un niño tan adorable..
Me miraba con nervios, su carita tan tierna y esos ojos que brillan más que la Luna hacían que yo de descontrolara más..

— ¿amor.. Te, te. Digo, ya me disculpaste?.. — muy sonrojado.

Oh Dios, voy a perder la cabeza otra vez..

Lo tome con ambas manos la sintura mientras que con mi rodilla me metía en su entre pierna..
Haciendo que Joaquín sobre saltará.

— ¿Eso resuelve tu pregunta?.. — dije tentador.

— ¡¿Emilio?! — tratando de alejarse.

— Amor.. ¿Si lo prometes? — agarrando lo.

— S-si.. Sabes, que yo solo soy tuyo.. — avergonzado.

— ¿en.. enserio? — sorprendido.

— Si!!, Ahora.. — retirándose.

— Emilio!!.. — A donde crees que vas?! — tomando lo del brazo.

— ¿a cambiarme?, estoy empanado.. — confundido.

— Oh es verdad!, ¿no puedes quedarte con esa ropa, te podría dar un fuerte resfriado?.. — dije con un tono burlón.

Joaco me miro como de "Ni siquiera lo pienses" Yo levante una ceja tentador y rápidamente lo tome del trasero cacargandolo.
— Emilio!!, Emi, bajame!! — pataleando.
Yo negué con la cabeza para después llevarlo hasta el cuarto.
Una vez que llegue lo baje en la cama para ponerme ensima de él..

— Emilio.. — nervioso.

— Sabes que es muy difícil vivir sin tí.. — agitado.

Joaco me veía asombrado y nervioso a la vez.

— Eso.. No es, verdad!.. — volteando a un lado.

— Es verdad!, más que difícil es muy doloroso. No, no poder, tocarte, besarte, sentirte.. — acariciando su mejilla.

— Emilio?.. — tomando mi mano. — yo, yo también te necesitaba.. — sonriendo.

Como se puede ser tan dulcemente provocativo. Mi bello Ángel a vuelto, pero esta vez no pienso dejarlo
Lo tome de la pierna haciendo que yo quedará dentro.. Lentamente acariciaba su trasero, y mientras nos calentabamos.
Besaba a Joaquin apasionadamente sus labios tan deliciosos que ya extrañaba hacían que mientras más los probaba más quería sentirlos, no pude contener las ganas de morder los, que hacia que ese beso fuera como si estuviéramos desesperados por sentirlos..
Joaco no tardo en hacer gemidos de satisfacción mientras metía su lengua en mi boca.
Yo al sentirla no pude contener a morder la..
Joaco hizo un gemido de dolor, luego yo saque también mi lengua haciendo que ambas lenguas jugaran entre ellas..
Esta sensación que sentía ya la extrañaba. Y claro no tardamos en tener una erección.

— Joaquín.. Te amo.. — dije excitado.

— Yo te amo aún más.. — mordiendo mi labio inferior.

𝐄𝐦𝐢𝐥𝐢𝐚𝐜𝐨 || 𝐒𝐨𝐛𝐫𝐞𝐝𝐨𝐬𝐢𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora