De entre sueños, pensamientos y vagos sentimientos.

Te amo.

No había escrito, no porque no quisiera sino porque no sentía nada. Hasta hoy. Que hice un viaje con él. Mientras me rogaba que le diera un beso yo me moría de ganas de poder dárselo. En verdad quería entregarme a él y sentir todo eso que me hizo sentir hace años y que desde ese entonces ya no había quedado rastro en mi cuerpo.

Quería besarlo, en verdad quería hacerlo, pero no me lo permití; por el bendito hecho de que nadie lo aprueba.

Me engañó. Y desde entonces, por obvias razones, todos lo consideran un Don nadie. Todos excepto yo.

ODIO QUE SEA TAN DIFÍCIL. Con él a mi lado siempre me siento completa y me gustaría estar siempre así, esque lo amo demasiado como para odiarlo por cometer un error. Se ha desviado, es cierto, y me duele; pero todos lo hemos hecho y no significa que ya no seamos dignos de ser amados. No por nada, en el camino de regreso, yo recargada en su pecho y él con su boca en mi frente, lo único que deseaba era que ese viaje no tuviera fin. Deseaba y repetía en mi mente "que aún no lleguemos a mi casa, porfavor." A quien sea que me escuchase arriba, que no dejara que el viaje terminara y que porfavor me dejara así, pegada a su lado, por el resto de mi vida. Con el mismo sentimiento, con el mismo ánimo y con el mismo fervor del amor que le tengo hoy.

Y ahora, acostada en mi cama, con su olor impregnado en mi chamarra, se aviva solamente el recuerdo de tenerlo cerca de mí. E imagino, que de yo declarar que es el amor de mi vida, todos se alejarían, y sólo se quedarían aquellos que tienen el coraje para aceptar que no tienen el derecho a decidir con quién viviré por el resto de mis días.

En este momento, no sé qué deseo más.
Crecer ya para casarme con él y vivir con el dueño de mi corazón, o crecer ya para darme cuenta de que no es el único amor que tendré y de que hay más peces en este mar.