La misma melodia infantil volvía a tomar lugar en el televisor, después de la quinta vez habías perdido la cuenta de la cantidad de veces que llevabas escuchándola, pero ese no era el problema, no definitivamente ese no era el problema, tu día se resumía en ser un asco total, desde que inicio fue un total desastre y si a eso le sumamos el dolor de cabeza y las punzadas que sentías, el resultado era una pequeña miseria emocional.
Luna, tu pequeña hija de apenas tres años te saco de tus pensamientos, cuando su llanto se hizo escuchar, caminaba hacía ti con el control de la tele pues al estar jugando con el cambió la canción que se reproducía en esta; odiabas ponerla enfrenté de una pantalla para entretenerla, no lo considerabas cien porciento correcto pero estabas realmente desesperada y se te agotaron las opciones.
Tomaste a tu hija en brazos tratando de calmarla y aunque suene cruel tratar de callarla, posiblemente tu "dolor de cabeza" era en realidad una migraña; justo cuando ibas a tomar el control de su mano se escuchó el timbre del apartamento, no esperabas a nadie así que quizá era la señora Milles, una mujer de edad adulta que a veces cuidaba a Luna o algún predicador queriendo repartir el "mensaje del señor".
Al abrir la puerta no te encontraste a la sra. Milles o algún predicador insistente, te encontraste con Evan, y tu desastrosa imagen se topo con sus ojos amables y su encantadora sonrisa, te desarmo por completo de pronto sentiste unas ganas de llorar de impotencia, todo causado por tu estado actual.
- Hola- su voz interrumpió el silencio que se formo.
- H... Hola- sonreiste forzadamente, era obvio que lo notaría, pues su expresión de tranquilidad cambio a una de preocupaión- Luna saluda a Evan.
- Hola- la voz de la niña apenas fue audible- mami, quiero ir a ver la tele ¿puedo?- esta vez se dirigía a ti,decía con la voz llorosa mientras se limpiaba restos de lagrimas, asentiste con la cabeza y la depositaste en el suelo.
- Ven pasa.
Una vez dentro de la casa el se quito su abrigo dejándolo en el sofá, tu te dirigiste a la cocina y le diste la espalda.
- ¿___ éstas bien?
- Si, no te preocupes- sonreiste a pesar de que no podía verte Creíste que tal vez de esa manera te lo terminarías por creer- y ¿qué te trae aquí? No esperaba visitas
- Vine a hablar
- ¿De que?, ¿trabajo?
- Nosotros
- De... De que hablas, tu y yo solo somos amigos, y a veces compañeros de trabajo- esta conversación definitivamente no era conveniente en ese momento, tu cabeza podría explotar.
- Ambos sabemos que no solo somos eso- sentencio con gran seriedad- ¿podemos hablar?
Decidiste mirarlo, te diste la vuelta, quedando frente a frente, suspiraste.
- Mira somos adultos, no perdermos nada si lo discutimos, tengo muy claros mis sentimientos por ti.
- Y... Yo, Evan no es un buen momento, Luna esta aquí, no lo se- estabas nerviosa, obviamente tu sabias que correspondía esos sentimientos, bueno si era lo que creías que era lo tenias bien definido, pero acaso el era consiente de que tu apenas y podías pagar el alquiler del apartamento, los servicios, tenias que cuidar a tu hija, era consciente de que tu eras una simple estilista.
- Entonces deja me invitarte a cenar, si no hay quien cuide a Luna podríamos ir los tres y platicamos después que se duerma - sus ojos reflejaban gran esperanza, no pudiste evitar sonreír.
- ¿Por qué te importa tanto?- dijiste mientras te masajeabas las sienes
- Por que esto me importa, y ahora estoy preocupado, desde que entre por esa puerta te vi mal, te ves cansada o enferma, quizá ambas, ¿Qué paso?- la preocupación en su voz era notoria, fue un lindo detalle, el pudo simplemente seguir hablando de lo que quería pero decidió parar y preguntar por su estado.
Soltaste un largo suspiro y contestaste - Ha sido un largo día, ha sido un asco, sabes desde que me desperté fue malo, las camas siguen desatendidas, el comedor es un caos total, hay platos del desayuno en la mesa, mi hija a vir el televisor el día entero, y decidió poner la misma canción una y otra vez, el arrendatario vino exigiendo la paga del mes la cual no he pagado por que el cheque de mi último trabajo no ha llegado, son las 6 de la tarde no hemos comido, el único lugar relativamente decente es aquí en la cocina y tengo un dolor de cabeza que me esta matando- Evan te miró sorprendido, pero ya que te estabas desahogando por que no confesarle todo de una vez.
- Además no creó que tengamos nada que hablar de nosotros, no se tú pero considero que es muy obvio lo que provocas en mí- te ruborizaste y a pesar de que tu voz fue tenue Evan te pudo escuchar con claridad, notaste como su respiración se entrecorto, te regalo una de sus hermosas sonrisas, de la nada te besó; fue un beso dulce, lento, nada apresurado para poder mostrar cada sentimiento.
Te separaste poco a poco de el - ¿Estas seguro de amar a una simple maquillista, que aparte es mamá?-- Y tú ¿Estas segura de amar a un simple fotógrafo?
Ninguno respondió solo se miraron mutuamente, se sonrieron, las cosas parecían ir solo un poquito mejor, estaban tan sumergidos en su mundo que no notaron cuando la televisión dejo de escucharse.
- Mami, tengo hambre- dijo luna tallandose los ojos.
- ¿Me dejas invitarlas a comer?
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He vuelto!
Después de las vacaciones llegue inspirada, así que fue de provecho.Y si a eso le sumamos que a donde viaje la señal está más muerta que mis ganas de vivir (ok no)
Pero por aquí les dejo una foto de nuestro bb💕
Les recuerdo que les puedo dedicar one shots y pueden ser personalizados.
Bye bye