CAPÍTULO 3: LA RESISTENCIA

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—Mírala, ¿Es hermosa verdad?

—Es la quinta vez dentro de la hora que me dices eso.

—Pero lo es.

—Pues deberías decírselo a ella y no a mí.

—Bueno no quiero que piense que me muero por ella.

—Pero te mueres por ella.

—Shhh cállate no lo digas tan fuerte, aunque así sea ella no tiene porque enterarse.

—De todas maneras no está interesada en tí.

—¿Cómo sabes eso?

—Bueno, primero nadie se interesaría en tí. Obviando eso, no ha dado muestras de estar interesada en nadie de Niáraga.

—Eso no quiere decir que no se sienta atraída hacia mí.

—Hay cosas mas importantes que pensar en eso.

—¿Cómo cuáles?

—Evitar que Harold nos regañe por ejemplo.

—Harold no está aquí, y aún si estuviera me daría igual lo que me dijiése.

—¿No te importan sus órdenes?

—Porsupuesto que no, si lo tuviera al frente le diría...

—¿Qué me dirías?—interrumpió un hombre que se encontraba a la espalda del muchacho quien salto del susto.

—¡Ahhhh!—gritó levemente—Harold me asustaste.

—Me pareció haber oído que hablaban de mí.

—Sí—contestó su amigo—Deiran estaba ansioso por decirte algo, ¿no es así—dijo mientras codeaba a su amigo.

—Bueno, ya sabes Harold lo de siempre. Que eres un gran líder y nos has llevado muy lejos.

—Oye eso no era lo que ibas a dec..—Deiran colocó su mano en la boca de su compañero.

—Cállate, aún no había terminado—volvió la mirada hacia Harold—pero siento que estas siendo injusto con nosotros.

—¿Injusto?

—Sí injusto.

—¿En qué sentido?

—¿Porqué nosotros tenemos que arar el campo?

—Es la tarea que les tocó a ustedes.

—Pues siempre nos toca lo mas aburrido. ¿Porqué a Deybi nunca le toca arar con nosotros?

—Según recuerdo Deybi también debería estar con ustedes.

—¿Y dónde está? No lo he visto en toda la mañana, Keyer y  yo hemos estado solos. Las chicas acaban de llegar hace unos minutos y tampoco lo han visto.

—Lo buscaré y hablaré con él.

—¿Y luego que? Siempre haces eso, nunca lo regañas...solo lo dejas pasar.

—En eso tiene razón—agregó Keyer.

Harold se acuclilló quedando unos pocos centímetros debajo de Deiran.

—Que no te afecte  lo que los demás hagan o dejen de hacer Deiran, sé que tu lo haces bien y por eso les confío esta tarea a ambos. Deybi no lo haría tan bien como ustedes—colocó su mano en el hombro de Deiran—además  créeme que esta vez lo regañaré—se levantó y dió la vuelta dispuesto a marcharse, pero recordando algo giró el cuerpo nuevamente.

—¿Por cierto han visto a Ryan?

—No, no estaba en Zuagüí—contestó una voz a los lejos.

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⏰ Última actualización: Oct 16, 2019 ⏰

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