Amo tus curvas

2.7K 153 20
                                    

Donghae se subió temeroso a la báscula sabía que había ganado peso, agachó la vista y miró esos condenados números rojos. 71 kilogramos, había subido siete kilos desde que Hyukjae se fue de viaje, hace dos semanas, todo por su trabajo.

Y el en la soledad de su hogar sin su esposo y sin sexo, lo único que lo satisfacía era la comida, su doctor le había dicho que estaba sano, que si estaba pasado de peso pero no afectaba su salud. El doctor que sabía y si Hyuk ya no me quería porque estaba gordo. Negué con la cabeza Hyukkie me amaba.

El sonido de la puerta abriéndose me hizo dar un salto corrí a guardar la báscula y a recibir a mi amado esposo, en sudadera, pantalones de chandal y calcetas. Y él estaba enfundado en un hermoso traje negro. Me paré justo frente a él y esperé a que cerrara la puerta y se girará.

Me vio, me recorrió de arriba a abajo y se relamió los labios, corrí a sus brazos, los cuales se abrieron y me recibieron gustosos. Me dio un montón de besos en todo el rostro y yo solo pude reír de felicidad, lo había extrañado tanto.

De pronto me mordió mis mejillas y lambió mi cuello, sus manos fueron directo a mis trasero y le dio un fuerte apretón con ambas manos.

— Eres una delicia.- Me susurro y supe lo que quería, yo también lo quería, lo necesitaba pero los números rojos de la báscula me frenaban. Me salí de sus deliciosos y dulces brazos para ir corriendo a la cocina.

— Te serviré algo de comer, debes estar hambriento.- Le dije mientras metía la comida al micro. La hice en la mañana sólo necesitaba calentarla un poco.

— No tienes idea.- Voltee sobre mi hombro, sus ojos estaban mirando fijamente mi trasero, enrojecí totalmente y voltee a ver el microondas con las mejillas en llamas.

— ¿Qué tal el viaje?- Pregunte titubeante.

— Muy bien. ¿Por qué no traes ropa interior?- El leve sonrojo que tenía se extendió hasta mis orejas y el cuello y tragué duro. — No es que me queje.- Agrego y sabía que estaba sonriendo con esa pervertida sonrisa que me encantaba, voltee lentamente y agache la cabeza, si no se lo decía lo notaría en cuanto me desnudara.

— No me quedan, subí de peso desde que te fuiste y mis bóxers y jeans no me quedan.- Lloriqueé y fruncí los labios en disgusto agachando la cabeza, estaba esperando un grito o reclamo por eso pero no oí nada, levante la vista y Hyuk estaba de pie frente a mi.

— ¿Estas diciéndome que tu hermoso culo y deliciosas piernas son más gruesas?- Asentí en silencio para después decir "Sí" en un susurro.

— Contra la mesa, AHORA.- Lo mire a los ojos y estos estaban dilatados de deseo. Me escabullí hasta la mesa y me apoye en mis antebrazos. Sentí un jalón en mis pantalones y cuando me di cuenta estos ya estaban en mis tobillos, escuche los pasos de Hyuk saliendo y entrando a la cocina de nuevo.

— ¿Hyuk...?- Susurré contra la mesa.

— Crees que me importa si subes de peso. Amo cada una de tus curvas y que estas se pronuncien más me vuelve loco.-Un peso de encima se me quitó en ese momento y un placer enorme me recorrió el cuerpo cuando me dio una fuerte nalgada. Sus dedos recorrieron mis muslos y apretaron mis glúteos. Los separaron y sentía la erección aún vestida de Hyukjae en mi entrada. Soltó mis nalgas y lloriqueé cuando se separó.

—Traje un juguete de mi viaje, ya tenemos algunos aquí pero este es algo diferente.- Sentí algo ser puesto en mi cabeza, se sentía como una diadema, iba a preguntarle que era cuando otra "cosa" entró en mi, sus dedos húmedos, preparándome. Los movió y abrió, entrando y saliendo rápidamente dando todas y cada una de las veces en mi próstata haciendo que me retorciera de placer. Los saco de pronto y la sensación de vacío se extendió en mi interior.

— Creo que si estas más apretado.- Iba a decirle que era imposible cuando me penetro de nuevo, pero en esta ocasión no era el sino un vibrador, algo suave caía de él, lo sentía contra mis muslos.

Lo vi de reojo tomar una silla y lo escuche como la ponía detrás de mi, la escuche chirriar mientras él se sentaba, su cara debía estar a la altura de mi...Un click y el vibrador hizo su trabajo. Sentí como sus dos manos empezaron a amasar mis nalgas como si se le fuera la vida en ello. Algo húmedo y caliente se deslizó por mi muslo subiendo hasta mi glúteo donde Hyuk me dio una mordida que me hizo saltar.

Lo escuche levantarse  y el sonido de un cajón abriéndose, los trinches sonando, luego los platos y un vidrio golpeando la barra. Las manos de Hyukjae me tomaron con cuidado de los hombros y me puso de pie. Colocó un plato de pastel de chocolate en la mesa, frente a mi para luego sentarme en sus piernas, parando el dichoso juguete que había despertado mi erección.

Tomó el tenedor y cortó un pedazo, me abrazó suavemente por la cintura con el brazo izquierdo. Llevo el trozo de chocolate a mi boca. Lo voltee a ver y negué, acaso no escuchó que no me quedan ni mis bóxers. Una cosa es que me ame como sea y otra que suba de peso a este grado y el solo lo incite.

— Solo es una rebanada. Vamos bebé, se que quieres un poco. Estás sano, no veo el problema.- Susurro dulcemente y me dio un beso en mi mejilla.

Separé mis labios lentamente, el chocolate derretido se deslizaba lentamente por el pastel. Hyuk metió con lentitud el tenedor en mi boca, el delicioso sabor del chocolate explotando en mis papilas gustativas y justo cuando, el tenedor se deslizó completamente fuera de mis labios, escuche un click.

El bendito vibrador comenzó a hacer su trabajo, haciendo que me abrazara a Hyuk, el solo me sonrió ampliamente, mostrándome sus bonitas encías. Dejó el cubierto en la mesa y con el pulgar limpio el poco chocolate que se había quedado en mis labios chupándolo.

— ¿Quieres un poquito de mi leche?- Asentí sin pensar, en lo único que me podía concentrar era en el juguete en mi culo enviando ondas de placer por mi cuerpo. Y su mano derecha ya desocupada deslizándose arriba y abajo de mi pene. El placer me recorría por todas partes

Me deslicé de su regazo hasta el piso poniéndome de rodillas comencé a masturbarme a mi mismo mientras él saco su miembro erecto.

Quizás tener un liguero bocado no estaba mal, después de todo sólo era un poco de chocolate acompañado de su "lechita".

Eunhae +18 [One-Shots]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora