Primer dia de Escuela

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——¡Lucas Fletcher Hemmings, te quedan dos minutos!——grite desde la cocina sirviendo un vaso de jugo de naranja.

——¿Como es la escuela?—— pregunto Matías tragando la comida que tenía en la boca.

——Maravillosa, te encantará.——

——Pero Tío Chad dijo que era aburrida y un lugar de tristeza y melancolía—— Matías me miro confuso.

Algún día Chad aprenderá a cerrar la maldita boca.

——Cariño, no escuches las tonterías que habla Chad.—— contestó Verónica levantando los platos de la mesa.

——Mamá, no encuentro mi mochila.—— grito Lucas bajando las escaleras con mucha rapidez pues ya solo quedaban cinco minutos para que Chad los llevara a la escuela.

——Búscala bien Lu.——

——olvídalo, aquí está. . .

——Es es la mía.—— Matías se la quito de las manos.

——Mamá. . .
Lucas grito una vez más y yo dejé caer mi cabeza hacia atrás.

——Respira, solo respira.——- susurro Verónica al lado mío.

Alice entró a la cocina preparada para irse.——Ya estoy lista.—— sonrió dejando ver unos hoyuelos muy bonitos que adornaban sus mejillas.

Verónica se inclinó con un poco de dificultad para quedar a la misma altura que Alice.——Que tengas un lindo día, nena, cuando regreses abuela estará aquí con ansias de conocerte.——

Alice asintió.——Está bien mama, te quiero.—— Alice beso la mejilla de Verónica.

——Vamos——Grite desde la puerta esperando por ellos.

Ya han pasado cuatro días desde que los chicos volvieron a la gira, tener a los niños aquí era cada vez más complicado pues ellos necesitaban distracción.
Por eso decidimos inscribirlos en la escuela.

Nos montamos en el auto mientras Chad manejaba a la escuela de los chicos.
——Tía.—— me llamo Alice

——¿Si, cariño?——

——Crees que Santa traerá regalos?—— pregunto con la voz más tierna posible.

¡Joder!
Es navidad, como es posible que lo haya olvidado.

——Claro. . . Que quieren que les regale santa?—— pregunté mirándolos.

——Un unicornio.—— grito Alice con emoción.

Genial!
Yo también quería un unicornio que vomitara arcoíris de niña.

——Yo quiero una pelota de fútbol.—— gritó Lucas con una sonrisa.

——Yo también.—— Matías asintió mirando a la ventana.

Chad parqueo el auto y se bajo para abrirle la puerta a los niños. Baje de la camioneta y me despedí de ellos. Matías no se ve gan convencido de estar aquí, creo que le pone nervioso salir de su zona de confort, pero de que estará bien.

——Tenemos cosas que hacer.—— Chad se montó en el auto.
Puse el cinturón de seguridad y le mandé un mensaje a Verónica para que estuviera lista para viendo llegáramos.

——¿en que piensas?——

Lo miré con el ceño fruncido.

——Te conozco muy bien y se que algo te está rondando la cabeza.—— se encogió de hombros manteniendo la vista en la carretera.

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