La Burla Del Destino-Markjin-

Sólo tú

Todo mi espacio personal estaba lleno de su aroma. Su suave aliento llegaba ligeramente a mi y sus ojos se encontraban clavados en los míos. Ahí estaba al frente a muy pocos centímetros. Podría decir que lograba sentir su calor corporal. 

Me moví un poco hacia él, quería poder verme en sus ojos otra vez, quería que viera desde lo más profundo de los míos cuánto lo quería, cuánto tiempo esperaba que esto pasará de nuevo. 

Mi mano fue directo a su mejilla para acariciarla. Simplemente fue una acción impropia que no pude evitar. Se sentía muy suave, tersa y tibia gracias a la fresca noche. 

Él se acercó un poco más a mí, me dio miedo tenerlo tan cerca, casi como la primera vez, simplemente era lo mejor que me había pasado. Era lo más hermoso que mis ojos habían visto en toda mi vida y en ese momento era todo mío. Quería ser egoísta por un segundo y poderlo retener  conmigo por siempre, que nadie se le acercará jamás porque era mío y nada más mío. Lo amaba tanto que tenía miedo que se fuera, que me dejara solo a pesar de que ya era inevitable. Era así mi amor, un poco obsesionante en mi cabeza. 

Me tomó de la cintura e hizo que nuestros cuerpos se juntaran. Ahí estábamos ambos sintiendo por completo el calor del otro. Estábamos ahí compartiendo e incrementando la temperatura. Mi mano ya no estaba en su mejilla se encontraba enredada entre sus cabellos esperando el momento indicado para acercar su boca a la mía.

Sin dejar de vernos a los ojos, soltó una linda sonrisa, esa que me gustaba tanto. Lograba parecer un Ángel y podía encontrar la paz viéndola, desde el primer momento que la vi en el pasado logró hacerme sentir tan bien como si a su lado siempre había estado mi sitio. Como si mi vida cobrará sentido en ese mismo instante que curvaba los labios. 

Su frente chocó con la mía. No sabía cuánto más aguantaría sin besar su boca. Mis ojos ya no estaban en los suyos ahora sólo veían esos labios. 

Mi otra mano terminó acariciando su nuca. Estábamos tan cerca que ahora no solo sentía su aliento, podía respirarlo. 

Pensaba en lo maravilloso que era ese momento y quería que el tiempo se detuviera ahí, en esos segundos, esos segundos que se sentían como estar en la gloria por estar a su lado. Cuando su boca se unió a la mía en un beso. Mis ojos se abrieron de la impresión, pero al siguiente segundo ya estaban cerrados y todo mi ser disfrutaba de estos ligeramente húmedos.

Abrí un poco mi boca por instinto y él no lo pensó se dispuso a devorar mi boca. La sincronía que tenían nuestros labios juntos era perfecta mejor que nada en el mundo. Como si fuéramos hechos el uno para el otro. 

Y si todo el universo conspiró para que llegáramos a este momento para que nos conociéramos. Y si el universo nos tiene destinados algo más por hacer juntos. Si no fuera así, no le veo el caso de habernos conocido siendo tan diferentes, siendo de dos extremos del planeta, de dos culturas diferentes. 

He escuchado que "si quieres algo con todas tus fuerzas el universo conspira para que se cumpla tu deseo" y demonios claro que deseaba este momento otra vez, así durará un segundo, así durará una hora, un día, toda la vida, quería verme en sus ojos tan cerca, poder abrazarlo y sin necesidad de palabras poder expresar lo mucho que le amo. 

Era ese momento, nuestro momento. 

Me llevó a un sofá que se encontraba en el cuarto, se sentó y yo quedé sobre él. Le sonreí mientras veía sus ojos. Bese su frente lo mas dulce posible, besé su mejilla derecha, la izquierda, su cuello, lo llené con tantos besos posibles, jadeó ligeramente y me motivó a lamer su cuello para escuchar de nuevo eso. 

Él tenía sus manos es mi cintura las cuales hicieron que mi cuerpo se acercara aún más a él, si era posible, comenzaba a subir la intensidad de nuestros besos, nuestras caricias, el calor se elevaba entre los dos. Me sentía como el rey del mundo, como si todo lo que siempre había soñado se estuviera haciendo realidad.