Error esta raro

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Era un día más con los bad guys, y como era de esperarse, estaban planeando atacar algún A'u.

-será genial ver la cara de horror cuando empezemos a destruir sus casas ajajaja- Río el príncipe de las pesadillas.

-Por fin habrá algo de carne fresca en la Misión- habló el esqueleto de cráneo roto.

-Y por fin destruiremos a los estúpidos sans estelares- Añadio el encapuchado esqueleto.

Todos estaban riendo y pasándosela bien, mientras imaginaban en fin de aquellos héroes.

Sin previó aviso y entre las oscuridad, salió un esqueleto con fallas en todo su cuerpo.

Tal esqueleto tenía campera negra al igual que sus pantuflas; era de color negro y en su cara tenía rayas de color azul.

-error... Que te trae por aquí compañero- dijo cross, mientras el destructor se acercaba.

El destructor una vez estuvo frente de los bad guys, solo se limito a bajar la mirada, era extraño.

-Renunció al equipo- respondió el destructor con una voz baja pero clara.

El equipo se quedó asombrado; y aunque el destructor bien sabía que tendría que dar explicaciónes antes de irse, no le molestaría en absoluto, pero si no fuese por esa maldita verdad que le tendría que mentir a su propio equipo.

-¡¿Por que?! ¡¿Que es lo que hizo que cambiaras de opinión!?- exclamó enfurecido el príncipe de las pesadillas.

-simplemente...me iré por un tiempo- dijo el destructor para dar vuelta e irse caminando, sin importar los gritos de su jefe.

Desde aquella vez, pasaron muchos años y jamás se volvió a ver al destructor.

Y aunque el equipo por así decir, estaba "Determinado" A encontrarlo, nunca lo allaron, haciendo que dudas y teorías salieran.

Pero el equipo, no fue el único que noto la desaparición del destructor; cierto artista le preocupaba la desaparición de el nombrado.

Sin más dudarlo, este salió en busca del destructor. Pasaron semanas y el artista no se daba por vencido tan fácilmente. Mantenía el conteo de todos los A'us en los que examinó a fondo, pero nada.

El artista se allava en underswap, hablando con su grupo sobre la desaparición del destructor.

-¿Ya le preguntaste a corefriks si lo vio?- le preguntó el príncipe de los sueños a el artista.

-fue lo primero que hize cuando me entere de su desaparición- respondió el artista preocupado.

-¿Y ya revisaste en el altivoid?- Volvió a preguntar el inocente arandanito al artista.

Al artista se le abrieron los ojos, nunca había pensado en esa posibilidad. No perdió tiempo, agradeció a su equipo, para luego irse de inmediato al antivoid.

Al llegar un miedo lo paralizó. El simple hecho de recordar de que ahí había roto su alma, lo dejaba en schock.

Trato de no pensar en eso y centrarse en la razón por la que vino. Camino horas con el mismo paisaje vacío y blanco, hasta que su vista se topo con el destructor quien se allava dormido pacíficamente.

Estaba tan feliz de haberlo encontrado que solamente quizo acercarse y abrazarlo, pero no pudo dar ni dos pasos, cuando hilos azules lo dejaron enredado y atrapado.

-¿que haces aquí?- pregunto el destructor algo a dormílado.

-jejeje nunca te ví tan pacíficamente dormido- río el artista, haciendo que el destructor se sonrojara por tal accion.

El destructor se allava algo inquieto por dentro. El simple hecho de que el se había alejado de todo, era para que nadie lo encontrase.

-vete- Dijo el destructor bajando al artista y abriéndole un portal hacia el multiverso.

-Olvidalo! No te estuve buscando durante mucho tiempo, para que tu solo me heches!.- respondió el artista algo serio.

-¿Yo te pedí que me buscaras?- Pregunto el destructor algo irritado.

-No pero... - el artista ya no sabía que decir.

-Entonces no me molestes- dijo el destructor para darle la espalda al artista, e irse caminando.

El artista, bien sabía, que no era normal la actitud deprimida del destructor; ya que le hubiese atacado apenas lo hubiera visto.

El destructor se allava apuntó de irse del altivoid, pero una mano no se lo permitió.

El artista no se hiba a hechar tan rápido para atras, y más ahora que lo había encontrado.

-Aggg que quieres?! Dejame en paz!- La paciencia del destructor se estaba agotando.

El artista sin dudarlo saco su pinsel, para luego atacar al destructor.

De alguna manera quería animarlo, pero el simple hecho de que el destructor esquivara sus ataques y no lo atacaba, no ayudaba.

Ambos, después de estar luchando como media hora, estaban cansados y sus respiraciones lucían agitadas.

-no lo entiendo- dijo el artista, haciendo llamar la atención del destructor - no entiendo que es lo he te pasa... No eres el error que yo conozco-.

El destructor trataba de retomar aire para poder contestarle. Una vez pudo tranquilizar su respiración agitada, le respondió al artista.

-tu no lo entenderias- dijo el destructor, levantándose para luego darle la espalda.

-deja de exusarte! Quiero ayudarte, pero si no me dices que es lo que ocurre.- la paciencia del artista poco a poco se comenzaba a acabar.

-COMO LO ENTENDERÍAS SI NISIQUIERA TIENES ALMA?!- le grito algo enojado al artista.

El destructor no era tonto, sabía muy bien lo que había dicho, y el daño que le haría sentir al artista; pero si era por Elejarse de el y principalmente de el, habría válido la pena.

Ligeras lágrimas recorian las mejillas del artista, sin duda, lo había lastimado muy en el Fondo.

-eres un idiota- dijo por último el artista mientras se retiraba.

Pasaron semanas, y el destructor no podía olvidar aquella cara Lagrimosa del artista, lo hacía sentir tan culpable.

El simple hecho de que el se había alejado de todo era por que...

Estaba empezando a sentir algo más por el artista...

Entre la destrucción y la creación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora