Justicia: El Viaje Por La Paz

Capítulo 2: El Centro de la cuidad II

POV Zoé

No sé que me estaba pasando. No era la primera vez que esto me sucedía. Sentía algo dentro de mi que siempre quería ignorar y muchas veces lo había logrado con éxito pero ahora no pude contenerme al ver lo que esos hombres le hacían a esas dos niñas. Sin darme cuenta ya había comenzado a corre en su dirección. Estaba furiosa y podía sentir el fuego dentro de mi, ansioso por salir y ser libre. Algo que yo en muy pocas situaciones le hacía. Ya estaban más alejados de la multitud cuando me les acerqué.

- ¿Qué pasa preciosa? Tú también quiere venir a jugar con nosotros. - Dijo uno de los tipos intentando sonar sexy. Que asco.

- Déjenlas ir. - Dije con voz amenazante, a lo que el tipo con pelo rojo respondió con una risita burlona.

Odiaba que se burlaran de mi. Que le pasa piensa que es superior a mi. Mire a mi alrededor y vi a las niñas, Se veían tan asustadas, y entonces pasó. Todo fue muy rápido. Sentí como ese cosquilleo tan conocido recorría cada centímetro de mi, y entonces pasó...

POV. Emma

- Vamos Emma ya levántate! Se está haciendo tarde- Odiaba cuando tenía que ir a esas cosas. No entiendo que le ven de emocionante ver cómo muere alguien.

- Mamá, vamos a llegar tarde por la culpa de Emma. Aún no se levanta de la cama!!!!- Mientras mi clon le gritaba a mi madre porque aún no me había alistado yo estaba tranquilamente acostada en mi casa escuchando música. En serio no quería ir al centro hoy, tenía un mal presentimiento. 

- Mamá en serio tengo que ir?- pregunte mientras arrastraba los pies a la cocina, donde esperaban mi hermana y mi madre.

- Claro que si! Tu padre es miembro del consejo tenemos que ir a apoyarlo- Dijo Miranda con voz dulce.

Amaba a mi madre. Siempre tan amorosa y comprensiva. Mi hermana Sara se parece mucho a ella yo por lo contrario soy muy parecida a mi padre. Aunque solo tengo 13 años me considero una persona muy madura y capaz de tomar una decisión importante. Mi hermana y yo somos totalmente opuestas y por eso nos complementamos tan bien. Nuestros poderes aún no se habían desarrollado del todo solo podemos hacer cosas muy pequeñas como congelar un vaso de agua, prender y apagar luces, y encender una vela. Por lo que leí en un libro, es normal que a esta edad tengamos todos los poderes pero cuando se vayan desarrollando habrá un poder dominante y los demás se extinguirán de nuestro cuerpo, esto pasa a los 18. A los 16 ya se esté notando cuál será el dominante. A los 17 ya la mayoría empieza a fallar menos 1 y ese es el que será tu poder de por vida.

Así se define nuestras casas luego de la mayoría de edad. Aquí nos permiten vivir con nuestros padres o familiares hasta cumplir los 18 después nos mandan a un campamento del elemento dominante y de ahí ya perteneces a ese lugar.

No entiendo porqué es así, pero yo no puedo hacer nada.

Ya íbamos de camino al centro de la ciudad cuando noté algo raro detrás de nosotros. No muy lejos nos seguía una camioneta negra. No podía ver bien las personas que conducían por el reflejo del sol en el vidrio.  Pero todas estas ideas se esfumaron cuando vi que la camioneta giro a la izquierda y mi madre siguió derecho. Si lo sé, soy un poco paranoica. Mi madre dice que tengo mucha imaginación, y estoy de acuerdo con ella pero es que en serio tengo un mal presentimiento y eso pone todos mis sentidos en alerta.

Cuando llegamos no había tanta gente puesto que estaba temprano aún para que comenzara. Buscamos a papá y lo encontramos con uno de los hombre del consejo. Mamá nos dijo que esperáramos aquí y obedecimos.

Vimos cómo mamá llegaba muy sonriente al lado de mi padre y saludaba al hombre con corbata con el que papá hablaba seriamente minutos atrás.

Mi padre era una persona muy importante ya que estaba en el grupo de las personas que decidían cuales serían los castigos  de los criminales según el nivel de crimen. Sí, mi padre era un juez. 

La gente comenzaba a llegar y yo cada ves me ponía más nerviosa. No se que me pasaba hoy. Seguía escuchando música pero cuando la multitud se hizo demasiado ruidosa como para poder concentrarme en la canción la paré y cuando me giré para buscar a Sara ella ya no estaba.

Mis padres seguían hablando con el señor y yo comenzaba a preocuparme más. Mi hermana podría ser más ingenua que yo pero nunca desobedecería algo que mi madre dijo y entonces comencé a buscarla. Alcance a ver cómo unos hombre la estaban empujando fuera de la multitud y corrí hacia ellos.

Al llegar empuje al tipo con todas mis fuerzas que eran muy pocas gracias a mis delgado brazos. El tipo tropezó y casi se cae pero no lo hizo. Era el que tenía a Sara agarrada y pude ver lo fuerte que lo estaba haciendo ya que cuando la soltó por la impresión de mi golpe el brazo de mi hermana estaba rojo.

Cuando el tipo se giró me dió un golpe en la cara y gemí por el dolor y la sorpresa. Eso no me lo esperaba. Mierda si que había dolido. Me sujeto tan fuerte que creí que me rompería el brazo en cualquier movimiento brusco.

Mi hermana lloraba y mi cara ardía miraba al tipo con odio pero cuando levantó la mano y me golpeó otra vez mis ojos se aguaron y algunas lagrimas corrieron por mi mejilla como si de una catarata se tratara. No volví a mirar al hombre.

Cuando ya estábamos llegando a una camioneta negra, me di cuenta de que era la misma que nos estaba siguiendo cuando veníamos.

Ya estábamos cerca. Y de pronto apareció una chica mayor que nosotras.

- ¿Qué pasa preciosa? Tu también quiere venir a jugar con nosotros. - Dijo el tipo que me había golpeado antes y al parecer el líder.

- Déjenlas ir. - Dijo ella con voz amenazante, el hombre solo se rió en forma de burla.

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Gracias por leer este segundo capítulo, esperamos que le esté gustando la historia, deja un comentario diciendo que te pareció.

Y un agradecimiento especial a Jinlin_17  por ayudarme en este capítulo.