3. La parte de adelante.

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"Que más quisiera que pasar la vida entera, como estudiante el día de la primavera."

La parte de adelante, Andrés Calamaro.

-No.- la pequeña Narancia se retorcía entre las manos largas y tenebrosas de Leonora, pálida y severa... menos con la pequeña morena que enternecía a más no poder aquellos ojos violetas, que ambas compartían.

-Basta.

-No, mamá me esturgas.- decía la pequeña liberándose de las sabanas que bien la abrazaban por la noche.

-Lo siento mucho.- decía ella apretando aun más las sabanas y gruesas cobijas.-No quiero que te enfermes.- besó su frente antes de irse y roció un poco de aquel agradable y dulce aroma en la habitación de Narancia, solo vio cerrar sus ojos y fue a la otra habitación.

-Vamos querida.- alzó la ropa desordenada y...los libros tirados.-Anda, Freia.

La niña de cabellos blancos dejo su libreta en su escritorio y se recostó en su cama.

-Andas muy triste.- comentó su madre que la cobijaba de la misma manera que Narancia

-Mista me contó una horrible historia, la odio, mamá, la odio.- decía de manera tan exagerada, que por un momento Leonora se lo creyó.

-¿Que te ha contado?

-Una historia horrorosa, de terror mamá. No debería comprarle esas historias.

-Seguro fue...- suspiro.-Gio, no te preocupes, las castigaré.

-Gracias mamá, buenas noches.

Justo se dirigía a la otra habitación cuando oyó ruidos, gritos y... algo realmente preocupante, un horrible sonido. Abrió la puerta para encontrarse a Giovanna con una capa negra sobre sus hombros a punto de lanzarse sobre Mista.

-Ya basta.- les grito.-A dormir.

-Mamá.- Mista se levanto dejando ver un dulce movimiento y luego, torpe y masculina chica.-Apenas son las... 11...- miro el reloj.

-Vamos Mista, mañana podremos continuar.- decía la rubia.

-Freia se quejo de ustedes dos.- ambas se miraron.-Una historia de terror, ustedes...- las miro.-No son como yo.

-Ella trajo el libro... El cuervo.- gesticulo Mista.

La alta y pálida mujer las cobijo tal como Narancia y Freia, sin ninguna queja.

-Realmente me gustaría ser como tu.- le dijo Giovanna.-Realmente me gustaría.- sonrió para que viera sus dos (y al fin permanentes) colmillos sobre su boca.

-Me gustaría ser campeona de box.- mencionó Mista.

-Algún día.- les dijo a ambas, cerró la puerta y al fin, se dirigió a proteger a su más querido tesoro, la mujer que le había dado tanta felicidad y calidez.

Pero al abrir la puerta, no estaba ahí, era ya bastante tarde y si no fuera por los gritos de sus hijas no hubiera despertado después de esa copa de vino. Espero al menos dos horas más, pero Bruna (si lo se, no me gusta el nombre pero es su variante y el mejor que encontré :v), aun no estaba en casa, fue entonces que se levanto del asiento y fue por otra copa.

BruAbba Week 2019. (by Jake_Myuhombre) PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora