CRONICAS THE DIVISION 2

Capítulo 2

I PARTE

SUCEDIÓ EN WASHINGTON

Lloyd y García salieron muy temprano del asentamiento del teatro, la noticia del rescate de la hija de Sawyer por parte de los agentes había corrido cómo espuma entre los integrantes del lugar y todos los reconocían o hacían comentarios cuando ellos pasaban, para García era indiferente pero para Lloyd era otra cosa, se pavoneaba cada vez que pasaba por entre un grupo de civiles o miembros de la JTF, demorándose lo suficiente como para que lo reconocieran y luego se retiraba, García lo dejo disfrutar de su minuto de fama, pensando en que en cualquier momento la fama así como la vida podían extinguirse.

Acompañando a los agentes iba la ingeniera mecánica Inaya Al-Khaliq, quién asumiría un rol activo en la Base de Operaciones de la Casa Blanca, a cargo del diseño y recuperación de armas y equipo para la JTF y los agentes de campo, a Sawyer no le agradaba la idea de perderla pero también comprendía el proyecto de Ortega, de fortalecer la Base de Operaciones en base a cooperación mutua, de hecho desde la Casa Blanca a modo de intercambio salía un grupo de soldados para reforzar el asentamiento, de esa forma si bien es cierto se les privaba de un activo, ganaban en seguridad. Inaya les relató a los agentes que cuando comenzó la crisis los ciudadanos se vieron abandonados, las autoridades de la capital sólo velaron por ellos mismos y la Guardia Nacional conjuntamente con la JTF fueron los únicos que se mantuvieron con el pueblo, luego vinieron las luchas de poder y la aparición de las facciones, los mandos medios de la estructura de Gobierno que se quedaron y dieron la cara, comenzaron con la idea de los asentamientos, esto le dio a la gente la esperanza de tener la recuperación de la ciudad en sus propias manos, luego y a raíz de la aparición de los agentes de The Division, los asentamientos fueron tomando forma y a auto sustentarse, pero luego, a medida que pasaba el tiempo y con cada vez menos agentes en la ciudad, las facciones cobraron más fuerza y fueron mermando cada vez más las posibilidades de sobrevivir de las personas comunes y corrientes.

—¿Llegaron más agentes a la ciudad? —preguntó Lloyd

—No que yo sepa —contestó Inaya —los que yo conocí murieron.

—¿Cuántos fueron? —preguntó García

—Cuatro —contestó Inaya — que ya murieron y luego dos hombres y una mujer a los que no conocí.

—¿Conociste bien a los que murieron? —acotó Lloyd

—No mucho, entraban y salían del asentamiento al igual que ustedes, descansaban un poco, comían, se reabastecían y se marchaban, a veces pasaban días sin que supiéramos nada de ellos y luego nada.

—Son los riesgos de la profesión —dijo Lloyd sonriendo un poco.

Inaya se encogió de hombros y siguieron caminando sin hablar durante unos treinta minutos más, al cabo de ese tiempo la enorme estructura de la Casa Blanca se erguía ante ellos, no tan majestuosa como en sus mejores tiempos, pero en pie, ingresaron por la puerta principal y siguieron al segundo piso para hablar con Ortega, al entrar en su oficina se encontraron con la agente Kelso, presentaron a Inaya, y luego salió acompañada de un soldado de la JTF a conocer su lugar de trabajo.

—Aquí están los ya famosísimos agentes que lograron rescatar a la hija de Sawyer —dijo Ortega.

—Pues a García ya le apodan el "Sheriff" —aportó Kelso —debe ser por su sombrero y ese aire que recuerda a Rick de la serie Walking Dead ¿verdad?.

—En realidad si soy sheriff —contestó García —soy un Ranger de Texas.

—Lo fuiste agente —le dijo Kelso seriamente —ahora eres un agente de The Division y eso es lo que importa.