Capitulo II

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Peter, Loki y Tony estacionaron su nave y bajaron, gracias a dios que Grandmaster tenía su propio lugar para colocar las naves, no querían regresar y que está estuviera desvalijada o peor aún, no estuviera ahí.

—Peter, piénsalo bien— le comentó Tony

—No te preocupes—

Legando al lugar, Loki se dirigió a saludar al gran maestro.

—Hola querido— le dijo mientras le besaba la mejilla —es bueno saber que has regresado y parece que traes más compañía que la vez pasada—

—Hola gran maestro— saludo Tony.

—Hoy llegan nuevos especímenes querido, espero complacerte con uno—

—Eso espero— sonrió Tony —déjame te presento a Peter—

—Mucho gusto—

—Oh, Hola Peter, espero que encuentres algo de tu interés— le dijo mientras se acercaba a saludarlo.

—Bueno, ¿tienes nuestros asientos?— preguntó Loki.

—Lo mejor para ustedes— sonrió.

Siguiendo al gran maestro los llevo dentro, todo era lujoso, techos altos, pintura color gris se encontraba en todo el recinto, candelabros de cristal colgaban del techo, los llevó hasta una mesa que se encontraba justo enfrente de la tarima donde se mostraban a los chicos, la mesa era pequeña y redonda, en está cabían perfectamente bebidas, sus sillas eran espaciosas, lujosas y acolchadas —espero lo disfruten, empieza en diez — comentó antes de irse.

—Esto es lujoso— hablo Peter.

—Si, el gran maestro es excéntrico— contesto Loki.

—Bueno, con todo el dinero que entra aquí no cabe duda— dijo Tony mientras miraba los nuevos cambios que se habían hecho —no tiene mucho que hizo remodelaciones—

—Es verdad— estuvo de acuerdo Loki —esto cada día se ve más grande—

—Desean algo para beber— interrumpió un camarero, el cual iba vestido con un esmoquin color negro.

—Tres copas de vino— contesto Loki, el camarero inclinó su cabeza y se retiró, regresando casi al instante con sus bebidas.

Justo antes de volver a su platica las luces bajaron a ser más tenues, una gran iluminación se colocó en la tarima enfrente de ellos, y uno por uno los chicos fueron saliendo.

Cada uno de ellos iba encadenado por el cuello, sin nada más que una trusa color negro, una persona con antifaz llevándolos por el camino para mostrarlos al público, una vez que terminaban su pasarela para mostrarlos, irían saliendo uno por uno para ser subastados.

Debajo de sus sillas se encontraban las paletas, habían dos, una de color morado la cual contenía un número, esas eran solo para conseguir al chico por unas horas, la otra paleta era de color verde, esas eran para poder comprarlo.

El primer en salir fue un hombre de treinta años aproximadamente, pequeño y de cuerpo frágil, el cual fue comprado por treinta mil créditos.

Tanto Loki, Tony y Peter lo pasaron por alto, no era algo que fuera de su interés.

El segundo fue un rubio, alto, con un poco de barba salpicada en su rostro, brazos, piernas y cuello fuerte, gritaba peligro sin lugar a dudas.

—Este es Thor, la puja empieza con cien mil créditos— dijo el presentador.

Tony lo vio por un segundo y aunque era guapo, esa cara era muy tosca para sus gustos.

Con Peter fue parecido, los rubios simplemente no le parecían atractivos.

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