EL BESO

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Hoya no dejaba de reír, aun cuando habían caminado más de dos cuadras para llegar a casa de myungsoo.

-vamos dime de quien huías? -insistió una vez más sin importarle que myungsoo aún seguía cabreado de su broma.
-te parece gracioso?
-lo máximo. Además, solo te seguí desde la entrada de la escuela, me ignoraste por completo.
-bien te contaré.

Omitió la parte de que sunggyu era un ángel protector, pensaría que estaba loco. Solo le hablo sobre el acosador, el regalo del muñeco y que se sentía constantemente observado.

-le has contado a tus padres? Sungjong?
-mi madre sospecha algo.
-no crees que deberías contarle a sungjong, si ese loco está detrás tuyo e corre el mismo peligro.
-por qué?
-el nuevo myungsoo no parece muy inteligente- suspiro- el acosador puede arremeter contra él para llegar a ti ¿no?
-confió en que lo cuidaras- se volvió a su entrada-gracias por acompañarme.
-no te confíes, y anda con cuidado. Me voy.

Días antes del secuestro....

Sunggyu terminaba de vestirse, el cabello desordenado le daba un aspecto aún más atractivo bajo la luz nocturna que se filtraba por la ventana de myungsoo.

-toma esto como un regalo de navidad atrasado.
Myungsoo puso los ojos en blanco divertido por la vanidad del mayor. A la mayoría le molestaba, pero el solo disfrutaba de eso.
-cuando terminaras con el otro tipo?- pregunto gyu acomodando el cuello de su camiseta y tomando su chaqueta de cuero.
-no puedo hacerlo aún, no quiero lastimarlo.
-aun te gusta.
No lo negó.
- como sea, pasare a verte dentro de la semana en la escuela.

Se inclinó apoyándose en el borde de la cama, no podía enojarse con myungsoo era jodidamente exquisito en todos los aspectos, había encontrado a alguien diferente, alguien que le daba su espacio y soportaba su mala personalidad, sin mencionar que pasar tiempo con él era algo peligroso. Si el señor Kim se enteraba no podía ni imaginar lo que sucedería con él, eso de alguna forma lo alentaba a estar más tiempo con el menor.

Las lágrimas de sungjong no paraban de correr.
-dime que no te acostaste con el- pidió limpiándose las lágrimas.
-quien te dijo?
-entonces es verdad- le dio la espalda- el mismo.
-mentira- susurró sin creer que Gyu fue capaz de hacer eso.
-yo no soy el mentiroso aquí.

Le dolía ver a jong llorar sobre todo porque era el culpable, lo quería tanto o más que gyu, pero...tampoco podía dejar ir a sunggyu, con el sentía algo que con jong no. Ambos lo completaban.
-lo siento, no puedo dejarlo ir. Ni a ti tampoco.
-vas a tener que decidir myungsoo, estás siendo egoísta al intentar tenernos a ambos.

Gyu estaba frente a Hoya y jong, apoyado en su motocicleta con una media sonrisa divertido por las expresiones de enojo dirigidas a él.

-oh vamos suéltenlo, soy todo oídos.
-que haces aquí?- pregunto Hoya por el menor
- espero a myungsoo.
-déjanos en paz- masculló jong cabreado.
-eso no lo decido yo, no me importa que mierda tienes con myung, de hecho, para mi eres el estorbo aquí.
-ya basta - Howon le agarro por la chaqueta enojado- cierra esa maldita boca.  
-si quieres pegarme, adelante...- le desafío sonriendo con arrogancia, provocando lo que quería sobre Howon.
-auch- se tocó el borde del labio donde el puño de Howon había roto.
-que pasa aquí?- myungsoo miro entre hoya y sunggyu que estaba en el suelo con sangre en el borde de su labio.
-le borraba esa sonrisa de arrogante que tiene este tipo.
-gyu vete...
-qué?
Myungsoo estaba preocupado por sungjong, sabía que el mayor solo estaba jugando con los chicos, pero para jong esto era serio.
-dije vete-

Así myungsoo lo vio alejarse en su moto a gran velocidad, solo que la distancia había durado más. Una semana había pasado desde que le pidió que se fuera. Y entonces comenzaron a ocurrirle aquellas cosas, fue una semana en que apenas podía dormir, recibía toda clase de cartas escritas con sangre o papel de diario y regalos de objetos sexuales, con una pequeña confesión. Se sentía observado todo el tiempo, la paranoia se estaba apoderando de él. Le aterraba pensar que Gyu podía ser capaz de algo así, no, no, él no lo haría intentaba convencerse cada vez que algo así le ocurría. 

Presente.

Sunggyu no se había presentado en tres días, myungsoo empezaba a sospechar que fue toda una alucinación.
Las cosas se escapaban de sus manos, había encontrado dos notas en su casillero de gimnasia, la primera decía "ver como exhibes tu cuerpo me vuelve loco, me dan ganas de matar a todos. Myungsoo está en tus manos protegerlos" esa había sido justo después de natación, y la segunda " Sungjong empieza a molestarme, has algo al respecto"

Esta última realmente le preocupo, no quería poner en peligro la vida de sungjong. Tenía que ponerle punto final a esto.

-espera - le sujeto del brazo a sungjong mientras el resto de los compañeros abandonaba el camarín.
-jong hemos venido por ti. ¿Vienes? -pregunto woohyun esquivando a los estudiantes del curso.
-los alcanzo luego.
-estaremos en el club de dongwoo- avisó.
Hoya miro a sungjong antes de irse con los chicos.
-estamos solos, que quieres decirme- se volvió a myungsoo.
-tenemos que parar esto- cerro su casillero- sungjong- puso sus manos sobre los hombros del menor- no te amo, no te recuerdo...no quiero hacerte daño.
-¿porque habrías de lastimarme?- había una nota de desesperación en la voz de jong- yo te amo, yo sé que alguna parte de ti...
-para- cerro los ojos- no llores por favor. Tu vida es más valiosa, eres guapo estoy seguro que hay más chicos...
-no quiero otros chicos!-mascullo- bésame... bésame con ganas y dime que no me recuerdas.
-no hagas esto...- se apartó queriendo alejarse de él y los sentimientos no correspondidos.
-deja de huir...si, no recuerda con este beso te dejare en paz...lo juro.
-¿solo un beso?
Asintió.

Acorraló al menor contra los casilleros, sin perder el contacto visual, podía ver en ellos el amor que el chico sentía por él, una mirada que llegaba hasta su corazón. Con una mano levanto el mentón de sungjong para que sus bocas quedaran en armonía. Presiono su boca a la de jong ignorando por completo su alrededor, las luces que comenzaban a parpadear, la mirada de celos de dos intrusos.

Aun no llegaba nada, ni un recuerdo venía a su mente así que se apartó, pero jong fue más rápido y le sujeto para continuar el beso, ahora con sus bocas abriéndose paso al contacto con aquellas lenguas que querían jugar.

Fragmentos golpearon la mente de myungsoo provocando un fuerte dolor de cabeza obligando apartar a sungjong con brusquedad.

-duele- se quejó cubriéndose con las manos como si así pudiera evitar el dolor interno.
-dime que hago..- pregunto sungjong preocupado y torpe ayudando a myung- quieres que llame a tus padres? Vamos a la enfermería...
-no no... Está pasando.

Se sentó aun con las imágenes; besándose con sungjong en el karaoke, ambos entregándose a su primera vez en un cuarto, compartiendo sonrisas secretas en clases, sus peleas, sungjong llorando en la mayoría.

-te recuerdo- susurro para sorpresa de sungjong.
-es...es enserio?- sus ojos comenzaban brillar por las lágrimas de felicidad.
-lo siento- lo abrazo enterrando su cara en el cuello del menor- no quise olvidarte.
-no es tu culpa- le consoló este.
Estuvieron abrazados por un tiempo.

Su mente le decía que los matara a ambos, pero tenía que ser inteligente, la muerte no es un castigo, es una recompensa para aquellos que se portan mal, pensó.
¿Así que myungsoo estaba recuperando su memoria?, tenía que darse prisa antes que recordara su rostro también. "Necesitas ser castigado, has sido un chico malo"

Se supone que los ángeles no deben sentir emociones por sus humanos, pero él nunca fue un ángel del bueno, aun cuando el de arriba le perdonaba la vida por el sacrificio, los sentimientos se quedan como castigo, como una carga. Los celos que sintió en ese momento alteraron el entorno, fue apropósito para evitar aquel beso, pero myungsoo ignoro por completo sus intentos.
Estaba a punto de acercar y susurrarle, pero unos pensamientos cargados de maldad lo detuvieron. Su distracción había evitado que se fijara que alguien más estaba en el lugar, un error, imperdonable.
"Sungjong estás muerto" el odio ajeno le hizo olvidar los celos. Ahora tendría que proteger al menor para que myungsoo no sufriera.

-Sungjong está en peligro- susurro en el oído de myungsoo
-Kim sunggyu- susurro de vuelta myungsoo- también lo recuerdo.

"No puede ser" pensaron al unísono Gyyu y Jong

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