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La alarma suena como de costumbre a las 5:45 am y sus ojos se abren al instante.

Se levanta de la cama y enciende la luz para despertarse por completo. Se dirige al baño y cepilla sus dientes antes de darse una ducha.

Sale del baño con una toalla atada a su cintura mientras con otra se seca el cabello, busca entre su guardarropa un atuendo cómodo y va hasta el comedor para desayunar.

-Apresúrate, o no podré llevarte- escucha la voz de Francisco al tiempo que se levanta de la mesa.

Lo observa por algunos segundos.

-Buenos días papá- responde sin más.

Ligia, la empleada, coloca un bocadillo en su mochila y deja un beso en su mejilla.

-Buenos días cariño, espero que esta vez no vengan de regreso y sí los aproveches en el descanso.

Joel asiente con la cabeza y ella parece aceptar ese gesto como un gracias.

Sale detrás de su padre y lo incomoda que todos los empleados sean tan amables con él porque para él es suficiente con un buenos días. Sube al auto en el asiento de copiloto esperando que para el día de mañana su carro por fin salga del taller.

Al estar en la universidad ubica su salón de clases y ocupa el mismo asiento de siempre, la cuarta silla de la fila junto a la ventana. Los profesores tienden a centrar su atención en los primeros y los últimos asientos, los laterales son el área más ignorada así que ese lugar es perfecto para él. No le gusta llamar la atención.

Nunca va a la cafetería en el entreclase porque suele estar llena. Se sienta en su banca junto a la cancha de fútbol y saca los bocadillos que Ligia le preparó. Ha pensado en agradecerle de una mejor manera que solo diciendo gracias pero no le fluye.

-Hola, ¿puedo sentarme?- escucha que alguien dice.

Levanta un poco su mirada y ante él se encuentra un chico delgado de cabello negro y verdosos ojos. Parece feliz y con mucha energía, su sonrisa es como sacada de un comercial de alguna clínica dental.

Sin duda es muy seguro de sí mismo para lucir una camiseta rosa ajustada al cuerpo con pantalones azul celeste y tenis blancos. Algo que él jamás usaría.

-Sí- responde luego de pensarlo un momento.

-Muchas gracias- responde sentándose junto al rizado. -Soy Erick, de primer semestre de comunicación social- agrega cruzándose de piernas.

-Bien.

-Tengo la mala costumbre de buscar amigos desde el primer día, ¿estás interesado?

Joel solo lo mira.

-Lo siento, estoy incomodándote?

-No.

-Vaya! Que bueno, por un momento creí que estabas poniéndote molesto. Entonces, también eres nuevo?

-No.

-Oh, bien.

Erick ríe depronto por el chico tonto que acaba de regar su bebida sobre su ropa. Todos ríen.

-Vamos, ríete también. Admite que fue gracioso.

El rizado lleva su mirada de él al chico del incidente.

-¿Acaso no te pareció divertido?- pregunta aún sonriendo.

-No.

-¿Nunca te diviertes?- cuestiona frunciendo el ceño.

Joel le da una mirada rápida para llevar su atención nuevamente a su comida.

-Eres raro- indica el ojiverde levantándose para irse.

No es la primera vez que la gente lo evita, pero sí es la primera vez que le dicen raro. Ese chico le dijo raro, y en su cara, definitivamente es un atrevido.

El pensamiento lo invade durante el resto de clases y también en el camino a casa.

Al llegar pasa junto a Ligia deteniéndose a su lado.

-Gracias.

-No es nada cielo.

Joel permanece ahí intentando decirle algo más porque ella de verdad lo merece y Ligia lo nota.

-¿Estaban buenos?- pregunta para ayudarle un poco.

-Sí.

Sube a su habitación y se lanza sobre su cama. Es un chico raro y quiere dejar de serlo, pero no sabe cómo porque toda su vida ha vivido así.

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Les quiere:
Lía. ❤️

SERIOUS ||Joerick||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora