11.Moretones.

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Ese día, en la noche, se escucharon golpes, ya era como la tercera noche que los oía, pero, no sé que fue lo que me llenó de valor para levantarme de mi cama e ir a averiguar de donde provenían dichos sonidos de golpes.

Tan pronto salí de mi recámara, el aumento de gritos y puñetazos aumentaba, la puerta del cuarto de mi padre y de Ana, estaba entreabierta, no se necesitaba  acercarse para percatarse de que era Ana a quien mi papá golpeaba.

Al ver su cuerpo todo amoretado y su cara casi desfigurada en el suelo, se podía comprender el miedo que se percibía el día en que la conocí, también perfectamente la justificación de la manera en la que se comportaba Javier.

Tuve miedo en ese momento, el padre que desconocía podría verme espiando de lejos y no quería saber que pasaría conmigo si éso ocurriera.

Tratando de evitar ése problema y evitar que mi madrastra muriera en las garras de esos golpes, decidí llamar a emergencias, el plan iba perfecto hasta que mi padre entró a mi cuarto y me descubrió.

Al verme, sólo abrió de un portazo la puerta de mi recámara, casi la tiraba, mi miedo aumento, no podía escapar, ya sabía lo que venía y no me gustaba nada.

<<Suelta ése teléfono>> gritó Gabriel furioso.

Obedecí al instante, aun así, mi padre no tardó en quitarse el cinturón y comenzar a golpearme en la espalda, pero no se conformó con eso, siguieron puñetazos en la cara y el abdomen, después uno en la cara.

Lo desconocía completamente, era muy distinto al padre que me recibió hace una semana en su casa, muy distinto al que me llamó para pedirme que lo visitara. Al poco tiempo de tantos azotes terminé en el suelo, sin fuerzas, jadeante me trato de levantar pero caigo, estoy sorprendida de como él me puede hacer ésto al poco tiempo de reencontrarme con él.

Comienzo a llorar sin consolación, al parecer Javier me escucha ya que vino a ayudarme.

A eso como de las 11, recibí una videollamada de Dany, sólo lo ignoré y seguía pensando en por qué mi padre era un alcoholico, y el por qué no descargaba su ira con otra cosa, sabía que éso sería la causa de mi insomnio.

A la mañana siguiente, mi padre no estaba, bajé con tranquilidad, desayuné, me dí una ducha y maquille cada uno de los moretones, y llevé a Javier a la escuela, ya que Ana aún no despertaba.

<<¿mi padre golpeaba a mi madre?>> pensé, tal vez esa había sido la causa de su abandono, ese pensamiento estuvo en mi cabeza todo el día.

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