—Dame un beso Soraru.—exijia con un puchero el alegré joven.
Tomo su mano en acto de alejarlo—Mafu, estamos en público.—dijo.
—Y eso que?—pregunto.
—Dejalo.—
Suspiro el azabache—Ya te lo dije no me gusta que las personas nos vean.—
Con una mirada pícara busco al contrario—¡Ya se! no será que quieres algo de privacidad para que tengamos un poco de diversión.—menciono acercándose al oído de su acompañante, con la intención de despertar deseo en él.
—Mafu hoy no, tengo trabajo que hacer, me tengo que ir.—respondia cansado.
—Bien te veo más tarde.—se despido resignado.
Suspiro—Ah.—
Por alguna extrana razón Soraru no dejaba de pensar en su amigo de la infancia no mejor dicho en su primer y único amor, cada día maldecía a su estúpido padre por haberlo alejado de Uratanuki odiaba como en aquel momento no pudo salir corriendo tomado de la mano con Urata, eran frustraciones que con el tiempo se volvían más dolorosas.
Por alguna razón el sabía que su corazón era solo para Urata; pero esa noche que entre tragos conoció a Mafu y compartian una relación que si para él no era necesaria para Mafumafu por otra parte gustaba hablar de ello, en el sentido de que lo llamaba su novio, si bien para Soraru no le molestaba algo que si le molestaba era que Mafu quisiera tener muestras de afecto en público claro que por el tipo de relación que tenían compartían besos; todo dentro de una habitación sin embargo para Soraru que aún tenía esperanza de algún día volver a ver a Urata, se sentía mal y culpable por qué los demás vieran comiéndose con alguien más y tomado de la mano con otro Omega que no es su amor pero Mafu no lo veía a si; mejor dicho no quería ver la realidad de como percibía las cosas su pareja.
—¡Buenos días Urata-kun!—saludo alegré.
—Hola Tachibana.—respondia al tiempo que caminaba hacia su salón de clases.
Volteo a ver a su acompañante—¿Ese chico es omega verdad Invader T?—pregunto con una sonrisa.
Sonrojado respondió—Supongo.—
Comenzó a dar pequeños golpes en el brazo del ojiazul—¡Vamos no seas así!—
—¿Que quieres que haga entonces? Tú eres el que siempre quiere saber la clasificación de cada persona.— respondía algo sorprendido.
—¡Que malo eres! no me quieres ayudar por que soy beta.—reclamo con unas pequeñas lágrimas.
Con sus yemas limpiaba con cariño las gotas—Ya te dije que no es eso.—
Un poco avergonzado se alejó—Por cierto ¿crees que siga con Sakata-san?—
Alarmado preguntó—Por que, ¿te gusta?—
—¿Que?—con un gesto de negación continuó—no...es solo que es muy agresivo con él, no te parece?—
Respiro profundo—En eso tienes razón, pero no es nuestro problema.—respondio algo sentimental tenía razón Yu, ese pobre Omega era muy inocente y no se daba cuenta de los celos execivos del pelirrojo o eso creían.
Tras otro día Urata entró a su aula donde esperaba con ansias la llegada del profesor, Le encantaba la universidad era grande con buenas instalaciones, maestros calificados y mas importante cámaras de seguridad, y porque tanta importancia en las cámaras? Verán al ser una universidad mixta hay omegas, alfas y betas de los cuales en ocasiones suelen reaccionar a sus instintos y eso a Urata le aterraba, no quería sufrir lo que en la televisión cada día aparecía violaciones a omegas.
Para Urata era algo cruel caer en un delito por culpa del instinto y realmente Urata era un Omega virgen al cual no le funcionaban los supresores ya que su cuerpo era muy débil y delicado en ese aspecto, en su celo debía faltar a la escuela.
Bueno Urata tenía la idea de que algún día encontraría a alguien que lo quiera y lo respeté, más importante que lo acepte de cierto modo infantil creía que su destinado, estaba esperando en algún lugar una creencia tonta para la mayoría pero no para Urata.
Una vez terminadas sus clases el castaño estaba decidido a terminar esa relación que tenía con el pelirrojo, al principio parecía ir todo bien pero pasados unos días el de iris carmesí no dejaba a Urata siquiera hablar con otras personas y poco a poco sus compañeros dejaban de acercarse por miedo.
Camino hasta el árbol bajo el que estaba el chico alado de una pelirosa—Sakata-san, creo que deberíamos terminar.—menciono avergonzado y evitando la mirada del más alto.
Sorprendido comenzó a reír —Jaja,que gracioso eres Urata.—comento entre risas.
Volteó a ver al chico con una mirada decaída—Pero no...—iba terminar la frase sin embargo se sentía ignorado y rebajado.
—Disculpa.—seguia riendo tomando su estómago
—Uhm.—trago sus lágrimas queriendo evitar llorar.
La chica miraba expectante la escena, observo como el de esmeraldas veía el suelo triste—Hey Sakata, creo que el habla enserio.—
Detuvo su risa—Que?—
—Debo irme.—se alejo con miedo.
—Nos vemos.—se despidió la chica.
Todo transcurría tan rápido la joven de piel pálida estaba siendo extrangulada por el pelirrojo, con sus manos inútilmente trataba de apartar las manos del contrario.
—Espera.— trataba de articular palabras pero el dolor en su cuello lo impedía.
—Sak....—comenzaba a dejar de pelear y sus ojos perdían la órbita para mirar hacia arriba.
—¡Cállate maldita perra!—enfurecido grito.
Los jadeos y sonidos a causa de la falta de aire se hicieron presentes—uhhm.—
La miraba con desprecio, se canso de aquella mirada desorbitada—Él nunca, me dejara por qué es mi Omega ¡Me escuchaste!— dijo furioso soltando su cuello.
La chica cayó inconsciente. la falta de aire fue demasiado para ella.
La caminata a su casa comenzó molesto maldecía a la joven que ahora estaba en la enfermería.
Adiós libertad del Dulce Omega.
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Caminos---Distintos...
Fiksi PenggemarLa vida nos separo Pero el destino nos unió Tengo miedo de que esto sea un sueño, pero si ese sueño termina espero que sea a tu lado... Creí que mi cuerpo te era suficiente, pero sus ojos te raptaron alejándote de mi... No aceptaré el hecho de no se...