Capítulo 1 «fiesta desastrosa»

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En aquellas oscuras calles de Japón, en una discoteca se podían apreciar a cientos de recién graduados festejar lo que fue su culminación de clases en la preparatoria.

Aquella promoción entre todos colaboraron para reservar el lugar,la comida,el DJ y mucho alcohol para poder pasar la mejor noche de todas.

Muchos ya estaban fuera de sí,ya sea por la música,en festejar,el alcohol o hasta las misma hormonas que provocaban tocarse en ciertas partes o en los mismo baños. Esa era su última noche juntos y la iban a aprovechar al máximo si es debido. Claro que no iban a faltar los muy conocidos trillizos de la familia Sakamaki que por obra y milagros pasaron lisos lo que significaba no volver nunca más a la horrenda escuela por deberás y demás,claro después de que se inscriban para la universidad pero esos ya eran detalles.

El mayor de esto ya había cortejado y besuqueado a más de una chica y seleccionando cual llevarse a la cama, él del medio era novedoso que estuviera ahí pero solo para tomar y comer de los manjares y que decir del menor, logró ganar una competencia por beber cerveza y bailado en la pistas con muchos otros chicos y chicas durante ese lapso de tiempo.

Sin duda iba a ser una noche que iban a recordar cómo lo mejor que pudieron hacer en su vida como vampiros,un cuento novedoso para sus hijos en como pasaron un libido en su juventud. Nada podría arruinar esa perspectiva suya esa noche.

¿Verdad?...

[...]

—Hey Ollé! –grita una chica a su dirección por la intensidad de las cornetas–.

Ayato: ¿Qué quieres?.

—Quieren apostar?. –preguntar para luego sonreír de manera maquiavélico–.

[...]

Apenas pudo abrir los ojos por la luz del Sol, estaba tirado en el mueble de su cuarto en una posición incómoda que al levantarse le sonaron unos huesos sacándole un quejido.

La aguda que sonó su vos hizo que se desconcertada pero lo dejo pasar por ahora. Así yendo directo al baño evitando los charcos de vómito.

[...]

Ayato: ¿Apostar? No estoy de ánimos. –dice para luego poner las manos en los bolsillos de su pantalón–.

Raito: No tengo dinero para perderlo en una jugada.

Kanato: No gracias –este,a diferencia de sus hermanos fue directo con aquella chica,que le daba una mala espina–.

—Oh vamos será divertido!!

El menor de esto ya harto de la insistencia,se pone en frente de esta para mirarla fijamente.

Ayato: Si juego una partida, LA ÚNICA PARTIDA gana o pierda. Nos dejaras tranquilos piruja.

Aún con el insulto,sonrió más y extendió su mano para que fuera estrechada.

—Trató.

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