frozen petals | michaeng

Capítulo cuatro

Mina pasó el resto del día charlando con su ahora humana y familiar, sobre todo adorando verbalmente a Chaeyoung. Estaba tan feliz de tener finalmente a alguien con quien hablar que realmente respondiera. No solo eso, sino que estaba eso de que no la dejaría al final del día. Chaeyoung se iba a quedar con ella, a lo que Mina estaba extremadamente agradecida. No estaba segura de qué haría si su familiar alguna vez la dejara.

"Está bien, Chaeng. ¡Hora de acostarse!" Mina anunció finalmente alrededor de la medianoche. Su familiar estaba sentada a su lado, cerca de quedarse dormida en cualquier momento. Aunque al escucharla, ella rápidamente se disparó con un pequeño grito. "Estoy despierta, estoy despierta!" Exclamó rápida y ruidosamente, mirando a la castaña. Mina solo se rió tranquilamente de esto y ganó otra sonrisa en su rostro. "Je ... está bien, te quedaste dormida". Luego movió la mano para acariciar distraídamente la cabeza de su familiar, pero rápidamente se detuvo.

Podría... ¿ella todavía puede hacer eso? Después de todo, Chaeyoung era ahora básicamente un humano. Puede que no sea lo más apropiado... pero tampoco es como si alguien estuviera mirando. A pesar de incluso saber eso, todavía se sentía raro. Mina bajó su mano, rápidamente dejando que su mano volviera a su regazo. Sus mejillas ahora sonrojadas debido a la vergüenza. Chaeyoung la miró confundida, con las orejas listas para caer. No habría sido extraño para la familiar; en realidad, habría sido algo que le hubiera gustado. Luego inclinó la cabeza, mirando a la otra mujer.

"Puedes... Aún puedes hacer eso, sabes." La familiar murmuró, todavía con una mirada confusa en su rostro. "No ... me importa si lo haces ..."

"No ... será mejor que no", respondió Mina en voz baja, sacudiendo la cabeza. "Sigamos adelante a la cama. Estoy seguro de que mi cama nos quedará bien a las dos".

"Puedes cambiarme de vuelta si quieres. Eso también está bien", sugirió Chaeyoung. Si ella realmente quería eso o no, Mina no podía descifrarlo, solo asintió una vez más y se levantó. "No, no, está perfectamente bien. No tengo ningún problema con eso". Chaeyoung frunció ligeramente el ceño ante esto; ella no estaba tan segura si estaba tan bien después de todo.

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Cuando Chaeyoung estaba en forma de lobo, siempre saltaba sobre la cama y se escondía debajo de las sábanas. Eventualmente, se abriría paso hacia el lado de Mina y se acurrucaría a su lado. La bruja siempre estaba feliz con esto. Sin embargo, no estaba segura de lo que Chaeyoung haría ahora. Sería natural que la familiar hiciera lo que siempre había hecho desde que había llegado aquí. La castaña supuso que estaría bien si lo hiciera, pero sería ... incómodo al principio. No había nada a su alrededor. Estaba acostumbrada a tener un animal a su alrededor todo el tiempo, pero no exactamente un humano. No solo eso, sino que había pasado una eternidad desde que compartió su cama con otra persona. Cada vez que venía alguien que tenía que pasar la noche, los dejaba dormir en su sofá.

Tampoco olvidemos agregar que a Mina le pareció que su familiar era bastante guapa.

Claro, ella podría cambiar a Chaeyoung de vuelta, pero aún no quería hacer eso. Si la cambiaba probablemente nunca la dejaría volver a hacer esto.

"Vamos, Chaeyoung. Está bien", le dijo a su familiar que actualmente se encontraba en la puerta. Chaeyoung probablemente estaba tan insegura como lo estaba Mina. Continuó deteniéndose en la puerta antes de finalmente entrar en la habitación. Mina le dio a la otra mujer una cálida sonrisa y palmeó un lugar a su lado.

Finalmente, después de unos minutos de caminar, Chaeyoung se subió a la cama y se acurrucó justo en el lugar que Mina había acariciado. Estaba bastante cerca de la castaña, pero honestamente a ella no le importaba en ese momento. Y Mina estaba feliz de haberla alentado finalmente a recostarse sobre la cama.
"Esa es una buena chica, Chaeng. Muy buena chica. No hay razón para sentirse... Temerosa de esto". Mina dijo todo eso muy lentamente, todavía sin saber si era lo correcto. Aunque esta vez no pudo resistirse a acariciar la cabeza de su familiar. Al instante esto fue devuelto con el golpe de una cola meneando. Ella ciertamente disfrutó eso.