frozen petals | michaeng

Capítulo doce

Mina estaba prácticamente medio dormida cuando Chaeyoung finalmente entró en la habitación. La familiar no había dado ninguna razón de porque llegó tan tarde. Sin embargo, realmente no había dicho nada en mucho tiempo. La bruja había tratado de hablar con ella, pero no parecía que realmente quisiera hablar. Entonces decidió dejarla sola y le dijo que se acostara cuando quisiera. La castaña estaba cansada de hablar todo el día y de la emoción que le causaba, y todo lo que realmente quería hacer ahora era irse a la cama. Sinceramente, fue una sorpresa que todavía estuviera algo despierta.

Chaeyoung intentó entrar tan silenciosamente como pudo para no molestar a Mina a pesar de que estaba despierta. La castaña se aclaró la garganta y dijo: "Chaeyoung, has llegado un poco tarde".

La familiar se detuvo en seco como si fuera un ciervo atrapado en los faros y miró a la bruja. Luego murmuró lentamente un: "sí, tranquila", y luego continuó caminando hacia un lado de la cama. Una vez allí, se arrastró hasta la cama pero no se acostó. En cambio, ella solo se sentó allí.

Mina levantó una ceja ante esto y luego se sentó. No era así como Chaeyoung actuaba normalmente; por lo general, se habría acurrucado contra la otra chica y pasarle un brazo por la cintura. Sin embargo, no lo hizo y la bruja ahora estaba preocupada.

"Chae, ¿hay algo mal? Sabes que puedes decirme cualquier cosa".

La familiar se quedó callada por un momento, simplemente mirándose las manos. Sus orejas se quedaron aplastadas hacia atrás, y el golpeteo habitual de su cola moviéndose no se escuchó en ninguna parte. En cambio, permaneció acurrucada alrededor de ella lo mejor que pudo, casi como lo que haría un gato. Aunque lo único que Mina podía ver en la oscuridad eran sus ojos dorados.

"¿... En serio quisiste decir lo que dijiste antes?" Chaeyoung finalmente murmuró, mirando a la bruja.

Mina la miró fijamente, pero no dijo nada. Chaeyoung solo se encontró con su mirada antes de agregar lentamente: "Eso... no te gusto... así".

"¿Qué? No, me gustas. Realmente me gustas, pero no... así. Cómo lo hace Tzuyu con Sana", trató de corregirse Mina, pero incluso para ella eso no sonaba realmente como una verdad. Ella no había pensado en eso antes.

La familiar no respondió en absoluto, simplemente continuó mirando a su bruja. Aunque después de unos segundos, ella dijo severamente: "Me gustaría volver a mi otra forma".

"¿Eh?" dijo la bruja, claramente muy sorprendida.

"Me gustaría volver a mi otra forma", repitió la familiar casi esta vez con un gruñido. Su mirada comenzaba a convertirse en un resplandor.

Mina abrió la boca para responder, pero no estaba segura de qué decir. Preguntar por qué quería que la devolvieran ahora era obvio, pero no sabía cómo responder a la respuesta. En cambio, respiró casi inestable y lentamente murmuró el hechizo hacia atrás. El humo rodeó al familiar casi al instante, y un minuto después un lobo se sentó donde el humano había estado una vez.

El canino no se quedó por mucho tiempo. Rápidamente se levantó con un resoplido y saltó de la cama. Emitió un gruñido bajo cuando se deslizó por la puerta, y se podía ver fácilmente que sus orejas aún se aplastaban y cada pieza de su cabello se erizaba. Se notaba fácilmente que ahora estaba molesta, pero no con Mina. Parecía estarlo consigo misma.

La bruja simplemente se sentó allí, mirando hacia donde el familiar había desaparecido. Ella no hizo nada más que mirar por el tiempo más largo, pero luego finalmente lanzó un suspiro. Por una vez en su vida, se sintió verdaderamente sola. Casi parecía que, por una vez, la casita se estaba enfriando.