frozen petals | michaeng

Capítulo trece

Miró por la ventana por última vez. La última parte de la luz casi se había ido, dejando atrás lo que sería una oscuridad negra si no fuera por la luna llena. Con el brillo propio de la luna, aún se podían distinguir algunas formas, especialmente si eran blancas. La bruja miró por encima de todo y luego volvió a mirar. Sus ojos se abrieron.

Chilló sorprendida por algo que podía distinguir fácilmente en la oscuridad y casi se cae del brazo de la silla por el shock. Finalmente estaba aquí, finalmente haciendo su gran aparición después de todos estos años.

En la esquina del claro donde estaban unos pocos árboles desnudos, se alzaba el tenue contorno de un esqueleto de ciervo. Las cuencas oscuras y sin ojos le devolvieron la mirada a la temerosa de Mina. Ninguno de los dos se atrevió a moverse por un segundo, hasta que el esqueleto comenzó a dar pasos lentos hacia la cabaña.

A medida que se acercaba, los muchos años de su segunda vida comenzaron a mostrarse. Rayas de barro y tierra cubrían sus piernas que habían estado allí por quién sabe cuánto tiempo, no podían ser limpiadas por un arroyo porque los huesos eran demasiado débiles para resistir el agua en movimiento. Muchos huesos tenían grietas obvias que se habrían desmoronado si la magia no los hubiera mantenido unidos, y otros tenían astillas o rasguños por años de trepar y escalar el paisaje montañoso en el que vivía. Se veía una enorme grieta en el medio del cráneo y fue sorprendente que el cráneo aún permaneciera unido. Dentro de su caja torácica había ramas y hojas que entraron por accidente y ahora no podían escapar. Las hojas muertas enredadas ahora adornaban sus astas. A medida que se acercaba, se escuchó el sonido silencioso de los huesos traqueteando.

El ciervo estaba en ruinas, y aún estaba esperando a la bruja que le había dado otra oportunidad.

Mina se congeló de miedo cuando se acercó a la ventana. Era como si hubiera perdido la capacidad de moverse o incluso decir algo.

Continuó su caminata lenta que casi parecía dolorosa. Tropezaría muchas veces mientras caminaba, Hasta que cayó hasta el suelo cubierto de nieve con un suave golpe y un traqueteo de huesos. No se levantó por mucho tiempo, sino que miró a Mina como lo haría un perro. Por un momento, Mina sintió culpa.

Finalmente, se levantó con piernas inestables y una nueva costilla rota. Llegó a la ventana y miró. Incluso sin ojos, Mina sabía que la estaba mirando.

"¿Qué deseas?" la bruja gruñó con voz cautelosa.

No hubo respuesta. Continuó "mirándola" de vuelta, sin siquiera moverse ahora.

"¿Por qué ... no te vas? Todo lo que he hecho es ignorarte desde que te traje aquél día. Te he tratado horriblemente y no he hecho nada por ti. ¿Por qué eliges quedarte? ¿Por qué vuelves después? ¡Te he dejado solo todos estos años!" Su voz se hizo más fuerte mientras hablaba. "¿Por qué ... no me dejas? ¿Por qué no ... haces lo que hizo Chaeyoung?" Su voz volvió a bajar apenas por encima de un susurro.

Esa era realmente su mayor preocupación y uno de sus mayores temores. Que Chaeyoung la deje y sirva bajo una nueva bruja. Para que su única compañía se levante y la deje para siempre. Para que ella pierda a la persona más importante en su vida.

"No. El lobo no lo ha hecho".

Mina apenas podía oírlo, pero se escucharon los más débiles susurros. Sin otro candidato posible además del venado, tenía que serlo.

"¿Qué?"

"El lobo todavía está aquí".

Mina pronunció un silencioso "oh", pero rápidamente se calló mientras la voz susurrante continuaba.

"He visto al lobo a menudo. Sé dónde está el lobo ahora. Sin embargo, es posible que el lobo no pueda estar allí mucho tiempo. El lobo está perdiendo el tiempo".

"Espera, ¿a qué te refieres? '¿El lobo está perdiendo el tiempo?'" Al instante, el miedo de Mina regresó rápidamente. No podría significar... No, seguramente no es así.

"El lobo ha sido herido. No sé cómo, pero lo está. Me encontré con ella, y el lobo lloró por la bruja porque el lobo dijo que la bruja puede ayudar. Vine a buscar a la bruja".

Al instante, Mina se levantó y corrió hacia la puerta. Ni siquiera se molestó en agarrar un abrigo para sí misma, sino que consiguió una manta gruesa y una linterna. Luego salió corriendo de la cabaña y se volvió hacia el esqueleto. Seguía de pie junto a la ventana, pero miró a la castaña. Los pequeños huesos que habrían sido su cola parecían moverse como la de un perro.

"Por favor. Llévame con ella lo más rápido que puedas".

"Lo intentaré, pero tendrás que perdonarme porque no puedo caminar muy rápido".

En unos pocos segundos, las grietas en las patas del venado comenzaron a desaparecer y en cambio se ven perfectas nuevamente. Solo tomó unos segundos, y el venado solo miró a Mina y simplemente susurró: "Gracias".

"Te arreglaré mejor cuando regresemos, pero tenemos que ir a buscar a Chaeyoung ahora mismo". A pesar del miedo y la preocupación, Mina le dirigió al venado una pequeña sonrisa.

"No hay necesidad de decir una palabra más", susurró el ciervo y comenzó a alejarse. Encendiendo su linterna y comenzó a correr tras el esqueleto.

Ella hizo todo lo posible para mantenerse al paso, pero el venado iba a toda velocidad. Apenas había podido moverse solo unos minutos antes, pero ahora podía avanzar como cuando era joven.

Finalmente, el venado disminuyó la velocidad para igualar el ritmo de Mina. Continuaron manteniendo un buen ritmo, y finalmente se encontraron con un claro muy pequeño. Pequeños retoños surgían de la nieve, y árboles de todas las formas y tamaños crecían en cada esquina. Era casi un asombro que Mina y el venado hayan atravesaron el denso bosque que los rodeaba. 

En la esquina del claro había un montículo de pelaje negro y dorado. Las manchas rojas salpicaban la nieve alrededor, y solo empeoró a medida que te acercabas.

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¡Hola!
Qué tal va su día?

Espero les este agradando la historia. Esta a unos cuantos capítulos de terminar y posiblemente trabaje en otra traducción o adaptación MiChaeng. 

((También comencé con una traducción SaiDa llamada OPIA))

-Leda