Pov Valentina
Entré al restaurante como todas las mañanas, como lo he venido haciendo desde hace dos semanas. Diría que vengo a desayunar, pero sólo vengo porque quiero ver a Juliana. No es una mentira que me siento atraída hacia ella, siento que estamos unidas o no sé. Es muy temprano, a esta hora no pienso muy bien. Aunque si de algo estoy segura, es de que quiero conocerla más.
Si, tal vez nos hemos visto durante dos semanas. Cada día en la mañana al venir al restaurante y en la noche cuando ella llega a su departamento, a veces voy al de ella y tomamos una copa de vino, ojo... Sólo una, no me quiero ni acordar de lo que pasó la última vez que ella tomó demasiado. Por cierto, esa noche me asusté bastante. Sentí miedo en su mirada y cuando me amenazó con la botella, juro que pensé en irme. Pero no lo hice y no se porque, yo creo que es por la atracción tan fuerte que siento cuando estamos cerca.
_ ¿Qué piensas sobre la atracción de los cuerpos?_ le pregunté mientras tomaba un poco de mi café. Esto es lo que más me gusta de todas las mañanas, poder tener cualquier tipo de conversación con Juliana. Aunque ella de vez en cuando va a la cocina, tarda un montón y luego regresa, no me puedo quejar.
_¿Cuál? ¿La qué te tengo?_ devolví todo el café a la taza, tosiendo fuertemente en cuanto dijo eso_ eh eh que sólo bromeaba, no te me mueras_ me dijo pasando su mano por mi espalda, yo creo que si me quiere matar y más porque se ha pasado toda la semana haciendo esos tipos de comentarios_ te arruinaste la camisa_
Hice una mueca al darme cuenta de que es verdad, me había caído café y eso, que la camisa es blanca. Vergüenza nivel Dios_ lo que me faltaba_ murmuré entre dientes, pasando una servilleta por la mancha. Una horrible mancha por cierto.
_ Perdón, ha sido mi culpa_ dijo suspirando pesadamente_ tengo una camiseta en mi oficina, si quieres voy por ella_
_ No es necesario, ya me iba de hecho_ volví a pasar la servilleta, no puedo dejar que mi camisa favorita se dañe.
_ Oh vamos Valentina, así me la das y la llevo a la lavandería, te prometo que va a estar como nueva_ no me quedó de otra que aceptar su oferta, levantándome de la silla para ir tras ella, en verdad me gusta esta camisa, y me puedo comprar otra y todo eso, pero no sería lo mismo, no cuando tiene un gran significado para mí.
_ ¿Es en serio?_ la miré burlona en cuanto entramos a su oficina, me estaba pasando una camiseta rosada con muchas flores_ seguro que es de una de tus chicas_ le dije con un tono divertido, ella se sonrojó de inmediato, al parecer había dado justo en el clavo, aún así tomé la camiseta, sintiendo una chispa de decepción_ ¿Es lo qué siempre haces?_
_¿Qué cosa?_ me preguntó dándose la vuelta para darme espacio, comencé a quitarme la camisa tratando de pensar en como decirle.
_ Ya sabes, hacer comentarios así cuando las chicas estén tomando algo, para que luego manchen sus camisas, así las traes a tu oficina con la excusa perfecta_ terminé de decir al momento que me quitaba la camisa.
Pero Juliana se giró con el ceño fruncido, acercándose hacia mi con determinación. No sé porque, pero noto cierto enojo en su rostro_ Sólo hago eso con las que me interesan_
Tragué seco al tenerla tan cerca, cubriendo un poco mi torso con la camiseta rosada_ osea todas_
Por unos instantes bajé la mirada a sus labios, notando los llamativos que son, Dios. Ella no es de este mundo, es tan irreal y tan jodidamente perfecta_ puede ser, pero ahora sólo me interesa una persona_ susurró, quitando la camiseta, dejándome al descubierto, aunque bueno. Tengo el sostén_ no puedo dejar de pensar en esa persona_ continuó, volví a tragar seco echándome hacia atrás, ella me siguió hasta hacerme chocar con la pared, ya no tengo a donde más ir, aunque no sé porque estoy intentando huir, tal vez es porque estoy muy nerviosa.
